L D (N. G. Mostazo) Tras la comparecencia del director del CNI en la Comisión de Fondos Reservados hubo dos filtraciones claramente diferenciadas. La primera fue difundida a través de la agencia Efe y contenía algunas referencias superficiales sobre lo dicho por Dezcallar, como los objetivos prioritarios del espionaje español: ETA, terrorismo islámico, inmigración ilegal, mafias y Marruecos. Sobre Irak, Efe decía, de fuentes parlamentarias, que el director del CNI explicó que Sadam Husein tenía “vocación” de tener armas de destrucción masiva y que la comunidad internacional mantenía la “convicción” de que las poseía. La filtración de Efe parecía la versión oficial de lo ocurrido en la Comisión. De hecho, no cabe duda de que la agencia estatal no lo habría difundido sin tener autorización.
Sin embargo, la Cadena SER tuvo su propia filtración. Desde el jueves por la tarde, la emisora afirmaba con insistencia que el Centro Nacional de Inteligencia envió al Gobierno tres informes sobre Irak a principios de febrero. En el primer documento, con fecha 3 de febrero, el CNI aseguraba que no había vínculos entre Sadam Husein y la red terrorista Al Qaeda. El supuesto informe decía que dicha relación no se había podido contrastar y que, en algunos casos, se había demostrado que no era cierta. El segundo documento, con fecha 5 de febrero, era un resumen de informes de los servicios de espionaje de EEUU y el Reino Unido, que mencionaban que no había pruebas que respaldasen que Sadam Husein tuviese armas de destrucción masiva. El tercero y último, con fecha de 6 de febrero, ponía en entredicho la consistencia de las evidencias mostradas por Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Apenas unas horas después de que la SER empezara a divulgar estas informaciones, el director del servicio secreto, a través de la agencia Efe , desmintió “con rotundidad” la información. El director del Centro Nacional de Inteligencia también lamentó profundamente “que se den informaciones sin fundamento” sobre el contenido de una comisión parlamentaria “tan seria” como la de Fondos Reservados, en alusión a su comparecencia de este jueves en el Congreso a puerta cerrada. Dezcallar destacó que el contenido de esta comisión, “por su propia naturaleza, no debería trascender, y mucho menos de forma tan errónea”. Sin embargo, y curiosamente, el director del servicio de inteligencia no aprovechó su conversación con Efe para desmentir la filtración divulgada a través de la agencia estatal, lo que vendría a confirmar que la información divulgada por Efe sí contaba con el aval oficial .
No obstante, y a pesar del desmentido de Jorge Dezcallar, la Cadena SER ha seguido aireando los supuestos informes que obran en su poder. La emisora ha insistido en que el Gobierno conocía dichos documentos y que, a pesar de haberlos leído, el presidente del Gobierno, José María Aznar, afirmó ante el Parlamento el pasado 5 de febrero que había relación entre Sadam Husein y Al Qaeda. La SER también ha argumentado que, una semana después, el 12 de febrero, Aznar dijo en una entrevista en Televisión Española que el régimen iraquí tenía armas de destrucción masiva y vínculos con grupos terroristas. Para la emisora, este asunto se ha convertido en un casus belli , hasta el punto de que dos portavoces de la oposición han hecho declaraciones para reforzar su posición.
Jesús Caldera, portavoz parlamentario del PSOE, ha dicho que su partido tiene ahora aún más claro que Aznar mintió en el Congreso sobre las armas iraquíes. Según el portavoz socialista, también el sucesor, Mariano Rajoy, dijo en el Parlamento que esas armas existían. Por su parte, Felipe Alcaraz, portavoz parlamentario de Izquierda Unida, ha calificado de “escándalo democrático que sólo puede ocurrir en una democracia de baja calidad” las revelaciones contenidas en los informes del CNI, que no avalarían la posición del Gobierno antes de que se iniciara la guerra en Irak. Izquierda Unida, además, ha pedido una comparecencia inmediata de Aznar ante el Congreso y que se constituya una Comisión de Investigación parlamentaria.
Al concluir el Consejo de Ministros de este viernes, el nuevo portavoz del Ejecutivo, Eduardo Zaplana, ha considerado una “irresponsabilidad evidente” la filtración “manipulada” o “sesgada” de “los informes que ha conocido” la Comisión de Fondos Reservados, y ha señalado a la oposición –sin dirigir su acusación contra nadie en concreto– como responsable de la filtración. Zaplana también ha destacado que el presidente Aznar “puede mantener y podrá mantener siempre la coherencia y veracidad” de “absolutamente todas” sus intervenciones en el Congreso. Según fuentes oficiales, Aznar siempre apoyó sus afirmaciones sobre Irak en los informes de los inspectores de armas de Naciones Unidas, y no en documentos elaborados por el CNI.
El portavoz del Gobierno también ha dicho que el Ejecutivo no entrará en un “juego de desmentidos absurdos”, sobre todo porque no se puede desmentir la existencia de los informes que dice la SER que obran en su poder ya que, quien lo hiciera, incurriría en el delito de revelación de secretos oficiales. Así, el Ejecutivo se encuentra en una encrucijada, ya que ni puede desmentirlo, ni puede confirmarlo. No obstante, de las palabras de Zaplana cabe deducirse que los informes pudieron existir, pero que quien se los haya pasado a la SER los ha manipulado antes. “Que haya personas que, ejercitando una gran irresponsabilidad manipulando esos documentos, los traslade a la opinión pública a través de los medios de comunicación, desde luego hace que el Gobierno tenga todavía que asumir una responsabilidad mucho mayor para no entrar en ese debate", ha dicho Zaplana.
Sin embargo, la Cadena SER tuvo su propia filtración. Desde el jueves por la tarde, la emisora afirmaba con insistencia que el Centro Nacional de Inteligencia envió al Gobierno tres informes sobre Irak a principios de febrero. En el primer documento, con fecha 3 de febrero, el CNI aseguraba que no había vínculos entre Sadam Husein y la red terrorista Al Qaeda. El supuesto informe decía que dicha relación no se había podido contrastar y que, en algunos casos, se había demostrado que no era cierta. El segundo documento, con fecha 5 de febrero, era un resumen de informes de los servicios de espionaje de EEUU y el Reino Unido, que mencionaban que no había pruebas que respaldasen que Sadam Husein tuviese armas de destrucción masiva. El tercero y último, con fecha de 6 de febrero, ponía en entredicho la consistencia de las evidencias mostradas por Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Apenas unas horas después de que la SER empezara a divulgar estas informaciones, el director del servicio secreto, a través de la agencia Efe , desmintió “con rotundidad” la información. El director del Centro Nacional de Inteligencia también lamentó profundamente “que se den informaciones sin fundamento” sobre el contenido de una comisión parlamentaria “tan seria” como la de Fondos Reservados, en alusión a su comparecencia de este jueves en el Congreso a puerta cerrada. Dezcallar destacó que el contenido de esta comisión, “por su propia naturaleza, no debería trascender, y mucho menos de forma tan errónea”. Sin embargo, y curiosamente, el director del servicio de inteligencia no aprovechó su conversación con Efe para desmentir la filtración divulgada a través de la agencia estatal, lo que vendría a confirmar que la información divulgada por Efe sí contaba con el aval oficial .
No obstante, y a pesar del desmentido de Jorge Dezcallar, la Cadena SER ha seguido aireando los supuestos informes que obran en su poder. La emisora ha insistido en que el Gobierno conocía dichos documentos y que, a pesar de haberlos leído, el presidente del Gobierno, José María Aznar, afirmó ante el Parlamento el pasado 5 de febrero que había relación entre Sadam Husein y Al Qaeda. La SER también ha argumentado que, una semana después, el 12 de febrero, Aznar dijo en una entrevista en Televisión Española que el régimen iraquí tenía armas de destrucción masiva y vínculos con grupos terroristas. Para la emisora, este asunto se ha convertido en un casus belli , hasta el punto de que dos portavoces de la oposición han hecho declaraciones para reforzar su posición.
Jesús Caldera, portavoz parlamentario del PSOE, ha dicho que su partido tiene ahora aún más claro que Aznar mintió en el Congreso sobre las armas iraquíes. Según el portavoz socialista, también el sucesor, Mariano Rajoy, dijo en el Parlamento que esas armas existían. Por su parte, Felipe Alcaraz, portavoz parlamentario de Izquierda Unida, ha calificado de “escándalo democrático que sólo puede ocurrir en una democracia de baja calidad” las revelaciones contenidas en los informes del CNI, que no avalarían la posición del Gobierno antes de que se iniciara la guerra en Irak. Izquierda Unida, además, ha pedido una comparecencia inmediata de Aznar ante el Congreso y que se constituya una Comisión de Investigación parlamentaria.
Al concluir el Consejo de Ministros de este viernes, el nuevo portavoz del Ejecutivo, Eduardo Zaplana, ha considerado una “irresponsabilidad evidente” la filtración “manipulada” o “sesgada” de “los informes que ha conocido” la Comisión de Fondos Reservados, y ha señalado a la oposición –sin dirigir su acusación contra nadie en concreto– como responsable de la filtración. Zaplana también ha destacado que el presidente Aznar “puede mantener y podrá mantener siempre la coherencia y veracidad” de “absolutamente todas” sus intervenciones en el Congreso. Según fuentes oficiales, Aznar siempre apoyó sus afirmaciones sobre Irak en los informes de los inspectores de armas de Naciones Unidas, y no en documentos elaborados por el CNI.
El portavoz del Gobierno también ha dicho que el Ejecutivo no entrará en un “juego de desmentidos absurdos”, sobre todo porque no se puede desmentir la existencia de los informes que dice la SER que obran en su poder ya que, quien lo hiciera, incurriría en el delito de revelación de secretos oficiales. Así, el Ejecutivo se encuentra en una encrucijada, ya que ni puede desmentirlo, ni puede confirmarlo. No obstante, de las palabras de Zaplana cabe deducirse que los informes pudieron existir, pero que quien se los haya pasado a la SER los ha manipulado antes. “Que haya personas que, ejercitando una gran irresponsabilidad manipulando esos documentos, los traslade a la opinión pública a través de los medios de comunicación, desde luego hace que el Gobierno tenga todavía que asumir una responsabilidad mucho mayor para no entrar en ese debate", ha dicho Zaplana.