(Libertad Digital) El detenido, un joven de 18 años vecino de la localidad vizcaína de Sestao, ingresó este domingo en la prisión guipuzcoana de Martutene acusado de dos delitos de desórdenes públicos y atentado. Tras su arresto, la Policía Municipal le entregó a la Ertzaintza, que no ha apreciado delitos de terrorismo, por lo que no le ha conducido a la Audiencia Nacional, tribunal encargado de juzgar estos delitos.
Su paso por la cárcel será fugaz ya que la escasa cuantía de la fianza fijada, 6.000 euros, le permitirá abandonar en las próximas horas la prisión de Basauri, en Vizcaya. El otro detenido, menor de edad, ha ingresado por orden judicial en el centro de menores de Zumarraga (Guipúzcoa), según informa este lunes el diario proetarra Gara. Está en régimen abierto, por lo que sólo tiene que ir a dormir.
La Razón, que cita fuentes de la lucha antiterrorista, llama la atención sobre el hecho de que el mayor de edad no haya sido conducido a la Audiencia Nacional y haya sido presentado ante la jurisdicción ordinaria. Sostiene que después de la Policía Municipal le entregara a la Policía autonómica, fueron "las autoridades de este cuerpo autonómico las que decidieron que procedía su presentación en los juzgados de Bilbao y no en la Audiencia Nacional, encargada de juzgar los delitos de terrorismo". Y concluye que, a la espera de conocer los datos oficiales de la Consejería de Interior que controla Javier Balza, "todo parece indicar que al detenido no se le han imputado delitos relacionados con el terrorismo sino, probablemente, con desórdenes públicos".
Más chantaje etarra al empresariado
Este diario también desvela que varios empresarios vascos recibieron el pasado mes de septiembre cartas "amables" en las que la banda reclama dinero, la fórmula nueva de los terroristas para camuflar su chantaje. Son empresarios a los que ETA se dirige por primera.
En las cartas los terroristas "piden" el pago de las cantidades y hacen referencia al "momento de cambio político que vive Euskal Herria". Para despedirse dan las gracias "de antemano" y un "respetuoso y cálido saludo revolucionario".