Ha recalcado que el PNV no debe ser solamente un partido nacionalista y ha insistido en que "no puede ni debe olvidar que el humanismo es otro de sus grandes valores, con la prevalencia de los derechos individuales de las personas ante cualquier otro valor o derecho". "Porque como decía Irujo -ha agregado- el fundamento de todo derecho es, en primer lugar la persona, y no las instituciones o la patria".
Imaz ha reconocido que el partido ha estado debilitado "por la división y el enfrentamiento" y ha abogado por mirar al futuro, aunque "habrá entre nosotros -ha advertido- quienes quieran resucitar el enfrentamiento, los que se muevan más cómodos en el barro que a campo abierto".
El presidente del PNV ha reclamado el apoyo para el portavoz de la ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, figura cercana al plan secesionista de Ibarretxe y que en su momento criticara al Gobierno español por impulsar la actuación judicial contra Batasuna-ETA debido a la "frustración" generada por el fracaso de sus conversaciones que mantuvo con ETA.
El todavía presidente del PNV ha subrayado que es a la nueva dirección del partido a la que le corresponderá decidir las estrategias de futuro; ha reclamado a los militantes que sean leales con ella y ha recalcado que en el PNV "no hay guardianes de las esencias fuera de los órganos competentes del partido".
"Lo que somos"
Tras repasar la trayectoria histórica del PNV, ha propuesto desconfiar "de fórmulas que, bajo la apariencia de sumar más votos, sólo sirven para que nuestro proyecto se difumine y que la sociedad vasca no nos pueda ver como lo que somos".
Imaz ha querido centrar su último acto público en Euskadi -tiene previsto ir a Cataluña- en el mensaje "sobre el que se ha basado el éxito del PNV: fuerza, eficacia y honradez". Ha recordado que en 1977, "apostamos por el Frente Autonómico y no por el Frente Nacional, y por eso la gente nos votó". En esta línea, ha insistido en que en preciso tener un partido fuerte, y ha asegurado que mucha gente vota al PNV por su eficacia, porque soluciona problemas "en lugar de crearlos".
El presidente del PNV ha reconocido que la desconfianza de la sociedad ante la política "es enorme". "Nuestro activo de honestidad es el mayor tesoro que tenemos", por eso, ha señalado gráficamente, "podemos meter la pata, pero no la mano en el cajón".
Imaz ha cerrado el acto expresando su reconocimiento a dirigentes del partido que han sufrido procesos judiciales, entre los que citó expresamente a Gorka Aguirre, Juan María Atutxa -ambos presentes en el acto- y al lehendakari Juan José Ibarretxe, además de fundirse en un abrazo con Iñigo Urkullu, su sucesor en el cargo.
Urkullu accederá a la presidencia del PNV el 2 de diciembre
El hasta ahora portavoz del EBB del PNV y presidente de la formación jeltzale en Vizcaya, Iñigo Urkullu, accederá a la Presidencia del partido el próximo domingo, 2 de diciembre. Urkullu, que relevará a Josu Jon Imaz en el cargo, liderará durante los próximos cuatro años una dirección que ha sido votada "prácticamente por la unanimidad" de los afiliados, según informaron a Europa Press fuentes nacionalistas.
Tras finalizar el proceso electoral interno para designar a los nuevos burukides, que concluyó esta semana con la segunda vuelta de votaciones de las asambleas municipales y la celebración de las asambleas territoriales, el EBB estará formado, finalmente, por los vizcaínos, Joseba Aurrekoetxea -mano derecha de Urkullu-, José María Zalbidegoitia, la diputada foral de Cultura, Belén Greaves, la apoderada de Juntas Generales de Vizcaya, Amaia Espinosa, y el profesor de la universidad de Deusto, Iñaki Goiokotxeta. También estará integrada por el alavés Aitor Alzola, y los guipuzcoanos Irune Berazaluze y Aitor Olaizola.
Los otros cinco miembros del EBB serán los presidentes de cada una de las Ejecutivas territoriales de Guipúzcoa, Vizcaya, Álava, Navarra e Iparralde, que serán designados el próximo mes de enero. Aunque, en un principio, este proceso estaba previsto para el mes de marzo, el EBB decidió adelantar la elección para el primer mes del año, ya que coincidía con los comicios generales. Además, de esta forma, se hace coincidir el proceso electoral con la designación de los candidatos del partido al Congreso y al Senado.