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Imaz abandona la política al sentirse "cuestionado" por el sector más radical del PNV

El presidente del PNV anunció este miércoles que no se presentará a la reelección como presidente de la Ejecutiva y que abandonará la política al concluir su mandato. Imaz había constatado tras aprobarse el lunes la ponencia política de la formación que ya no tenía apoyos dentro de la Ejecutiva, como demuestra que, pese a la supuesta mayoría absoluta con la que contaba (10 contra 4), el máximo órgano del partido aprobó una hoja de ruta que apuesta abiertamente por el referéndum de autodeterminación, algo que él mismo había descartado hace un par de meses.

L D (Agencias) Imaz hizo pública esta decisión, tras más de trece años de "compromiso intenso" con las funciones encomendadas por el PNV, en un escrito titulado "Apostar por el futuro" que fue remitido este miércoles a varios medios de comunicación. Según dice, su decisión se justifica en la  necesidad de contribuir a que se "facilite un proceso interno que cohesione y una" al partido, una decisión que fue recibida por resto de formaciones políticas con "respeto".

El anuncio se produjo tan sólo unas horas después de que se hiciera pública la ponencia política del PNV, aprobada por unanimidad por el EBB el pasado lunes, y en la que esta formación apuesta por lograr en los próximos años un "amplio consenso" entre partidos e instituciones vascas y estatales para lograr un nuevo marco político que sea refrendado por la ciudadanía vasca, pero dice que recurrirá a una "consulta popular" en caso de "situaciones de bloqueo".

 
Imaz se había manifestado abiertamente en contra de llevar a cabo ese referéndum ilegal mientras la organización terrorista ETA no abandonase definitivamente las armas, y así lo plasmó el pasado 15 de julio en un artículo publicado en el diario El Correo titulado "No imponer, no impedir", que veía la luz días después de que Ibarretxe sacase de las cenizas su propuesta de "consulta popular", creando una importante polémica en el seno de la formación secesionista.
 
El todavía presidente de la Ejecutiva nacionalista se cercioró el mismo día que se  aprobó la ponencia política de que se había quedado solo dentro del partido. Pese a que cuenta con mayoría absoluta dentro del EBB, diez miembros de los catorce que conforman el máximo órgano de la dirección nacionalista eran de su cuerda, éstos le habían dado la espalda para incluir por unanimidad el referéndum ilegal en la hoja de ruta peneuvista.
 
La carta de Imaz
 
En la misiva dirigida a diversos medios de comunicación escritos, titulada "Apostar por el futuro", Imaz señala que "hay momentos en la vida" en los que las personas deben "enfrentarse a decisiones complejas, dar importancia a los proyectos en los que creemos o apostar por vincular esos proyectos a nuestra propia participación en los mismos". "No quiero ocultar que en las últimas semanas he vivido esta disyuntiva. Y he tomado una opción. No seré candidato a la presidencia del EBB del PNV, para la que fui elegido hace cuatro años", dice.
  
Además, asegura que volverá a la actividad profesional después de más de 13 años "de compromiso intenso" con aquellas funciones que la formación peneuvista le ha encomendado: diputado al Parlamento Europeo, consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno vasco y presidente del Euzkadi Buru Batzar. "Siempre he creído en la política como servicio a la sociedad. He recibido mucho de esta sociedad desde niño y he entendido la actividad política como compromiso personal con ella y sus ciudadanos. Como forma de devolver, aún a costa de más de un sacrificio, lo mucho que este país me ha dado", añade.
  
En esta línea, indica que siempre ha defendido la política "como un camino de entrada y salida". "Finalizado este servicio, lo normal es que salgamos sin perpetuarnos en la actividad política. Ello sirve para mantener viva la conexión entre clase política y sociedad civil, tan necesaria en los tiempos que vivimos", apunta.
 
Josu Jon Imaz afirma que se siente "orgulloso de haber tenido esta responsabilidad en un partido cincelado con la talla humana y política de personas como José Antonio Agirre, Manuel de Irujo, Juan Ajuriaguerra, Javier Landaburu o tantos otros". "De personas que, con su trayectoria, construyeron un patrimonio llamado EAJ-PNV, con un activo que ha servido para que centenares de miles de vascos nos den su confianza y hayamos contribuido al autogobierno, a la convivencia, al bienestar y la estabilidad de Euskadi. Pero este patrimonio no es nuestro. Nos toca gestionarlo", asegura.
  
A su juicio, "la pluralidad de discursos, la división y la tensión que en algunos momentos ha trasladado EAJ-PNV a la ciudadanía, contribuyen a debilitar nuestro proyecto, a confundir a la sociedad vasca y a perjudicar la capacidad de este partido para articular en torno a él a las mayorías sociales vascas necesarias para construir el modelo de país que queremos". "Hoy, el esfuerzo por conseguir la unión en el seno del Partido Nacionalista Vasco nos obliga a todos. A mí también. La reproducción de la división que hace cuatro años se produjo en una transición de liderazgos compleja puede debilitar de forma importante a EAJ-PNV", apunta.

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