L D (EFE) Juan José Ibarretxe se comprometió en la localidad vizcaína de Getxo a ir a las Cortes Generales para discutir "con cordialidad" un nuevo Estatuto aprobado por el Parlamento vasco y refrendado por la ciudadanía del País Vasco. El nuevo texto, dice, será debatido en el Parlamento sin que a los vascos "les tiemblen las rodillas" y aunque "cambien 100.000 leyes" y pretendan meterle "300.000 veces en la cárcel".
Para Ibarretxe, la discusión política del periodo 1933-1935 "parece el mismo debate sobre propuestas políticas que hay hoy", incluso identificó a la "izquierda y derecha que insultaba a Aguirre" en las Cortes republicanas con el PP y el PSOE actual. Nada ha dicho del papel del PNV en la campaña de desestabilización de entonces. Como ahora, el victimismo ha centrado su discurso: "Nuestro pecado es ser demócratas y nacionalistas y no tener vergüenza de decirlo" aunque "los vascos buenos en Madrid son los que dicen que Euskadi no es un pueblo, que nuestra lengua tiene dos días y que llevamos tres días aquí y no los que decimos que es uno de los pueblos más antiguos de Europa y reclamamos la capacidad para decidir por nosotros mismos, eso está mal visto en Madrid, ayer y hoy".