Propuso una solución en la que "Batasuna presentaría unos nuevos estatutos" y el Gobierno se comprometería "a dar garantías jurídicas a Batasuna, bien modificando aquellos aspectos de la Ley más difícilmente defendibles en Europa, o bien mediante otra fórmula de interpretación jurídica previamente pactada". Todo ello ayudaría a "empujar el viento de la paz" y "allanar el camino". Y dijo que es "evidente que es ETA quien tiene la obligación de no frustrar de nuevo la esperanza de la sociedad vasca".
Ibarretxe calificó de "preocupante" que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "diga un día que está dispuesto a respetar la voluntad de la sociedad vasca y al día siguiente salga negando que el derecho de autodeterminación exista en Europa". Y añadió que el proceso de normalización política "no puede estar supeditado al proceso de paz", porque "existe un problema político más allá de la violencia", que obliga a los partidos a "alcanzar un acuerdo que posibilite el ejercicio del derecho a decidir de la sociedad vasca y permita encontrar un marco de convivencia entre Euskadi y España"
Explicó que para este objetivo está la propuesta de nuevo estatuto, el conocido como Plan Ibarretxe, que, "mientras no exista otra alternativa con más apoyo, sigue siendo un activo a disposición de todos". El lehendakari sostuvo que es necesario ya abordar el "diálogo multilateral" para preparar la mesa de partidos, porque, a su juicio, la sociedad está interpretando "como una excusa la polémica sobre la ilegalización de Batasuna" para no hacerlo. Propuso que como "punto de partida" para ese diálogo se tenga el Manifiesto "Ahotsak", firmado por mujeres de todos los partidos, excepto el PP.
También criticó la política penitenciaria del Gobierno e instó al presidente Zapatero a que proceda a desarrollar una "acorde con los derechos humanos que mejor contribuya al proceso de paz". Anunció que, el próximo martes, el Gobierno Vasco aprobará un acuerdo por el que reclamará la transferencia a la Comunidad autónoma de la competencia en materia penitenciaria.
"La política penitenciaria no puede ser utilizada como una moneda de cambio al servicio de una estrategia política -subrayó- como si las personas detenidas fueran piezas de una partida de ajedrez". En último lugar, el lehendakari también citó como una "base fundamental del proceso de paz" a las víctimas del terrorismo y anunció que antes de que finalice este año el Gobierno Vasco aprobará el borrador de la ley de Solidaridad con este colectivo.