L D (Agencias) Pese a no estar prevista su intervención, Ibarretxe intervino con unas palabras de solidaridad con las todas las víctimas del terrorismo y, especialmente con las más de 500 presentes en el Kursaal, al tiempo que transmitió el agradecimiento en nombre del Gobierno vasco por su presencia en el acto, así como "un abrazo en nombre de la sociedad vasca".
"Estamos hoy aquí para luchar contra el olvido. La convivencia no es amnesia sobre el pasado sino lectura crítica del mismo", aseguró el lehendakari, quien remarcó que en el homenaje de este domingo son las instituciones vascas la que "han venido a estar con las víctimas" "Nada nos gustaría más que ser capaces de hacerles llegar nuestro abrazo emocionado", agregó.
El acto comenzó pasadas las doce de la mañana, con el discurso del científico y ex consejero del Gobierno vasco, Pedro Miguel Etxenike, en representación de la sociedad civil, al que prosiguió el portavoz del grupo de apoyo a las víctimas del atentado de Omagh (irlanda del Norte), Michael Gallagher.
La siguiente en tomar la palabra fue la directora de la oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, quien comenzó pidiendo un minuto de silencio, y cuyo discurso fue respondido por una larga ovación del público presente puesto en pie.
Tras su intervención, Ibarretxe procedió a la entrega de un pequeño recuerdo a siete víctimas, en representación de todas las presentes, para intentar que "el homenaje sea sentido por cada una de las familias como un acto de reconocimiento personal del sufrimiento injusto que han padecido".
Se trata de una pieza de cristal donde se ha inscrito la frase escrita para la ocasión por la filóloga y escritora Lourdes Oñederra que dice "seremos seres enteros el día en el que podamos vernos en vuestra mirada" y fue entregada, posteriormente, a todas las víctimas presentes en el Kursaal.
Las víctimas encargadas de recoger los obsequios fueron Clara Campos, viuda del Policía Nacional Manuel Ortega de la Cruz, asesinado en San Sebastián el 18 de mayo de 1977; José Marcos Ferreiro, padre del agente de la Guardia Civil Juan Antonio Marcos, asesinado en San Sebastián el 9 de mayo de 1978; Amalia García Mora, viuda del Policía Nacional Pablo Sánchez Cesar, asesinado en Urnieta el 16 de septiembre de 1983;
También recibieron el recuerdo Lucía Nieves Valverde, esposa del Policía Nacional Francisco Zaragoza Luc, herido en atentado cometido en Eibar el 18 de diciembre de 1988; Dolores Martín Martín, herida en el atentado cometido contra la prisión de Sevilla I el 28 de junio de 1991; Montserrat Morales, viuda del Policía Nacional Rafael Leiva Loro, asesinado en Bilbao el 13 de enero de 1995; y, por último, Marian Romero, viuda del ex edil socialista Isaías Carrasco, asesinado en Mondragón el 7 de marzo de este año.
Posteriormente, intervinieron el guardia civil Leoncio Sainz, que fue gravemente herido en un atentado de ETA en 1984 en Galdacano; el padre del mosso d'Esquadra Santos Santamaría, asesinado por ETA en 2001 en Rosas (Gerona); Jesús María Arana, hijo de Liborio Arana, asesinado por grupos anti ETA; e Iñaki Arrizabalaga, cuyo padre, delegado de Telefónica en San Sebastián fue asesinado por ETA hace 27 años.
Representación
El segundo acto institucional de estas características que se celebra en la comunidad vasca, tras el que tuvo lugar el pasado año en Bilbao, no contó con la presencia del Colectivo del Víctimas del País Vasco (Covite) –pese a que inicialmente estaba previsto que acudiese, declinó participar al considerar que el Gobierno vasco "da cobertura al mundo de ETA" –, ni la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), ni con representantes el PP.
Sin embargo sí acudió una nutrida representación institucional de la comunidad vasca como la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao, y numerosos consejeros del Ejecutivo de Ibarretxe como Javier Balza, Joseba Azkarraga o Esther Larrañaga, así como el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, la presidenta de las Juntas Generales guipuzcoanas, Rafaela Romero, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, así como diputados forales y concejales.
Entre los dirigentes políticos se encontraban una amplia representación del PNV con el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, y los presidentes del PNV de Guipúzcoa y de Vizcaya, Joseba Egibar y Andoni Ortuzar, respectivamente; del PSE, con su secretario general, Patxi López, a la cabeza y otros dirigentes como Miguel Buen, Manuel Huertas, Rodolfo Ares o José Antonio Pastor; los dirigentes de EA Unai Ziarreta y Rafa Larreina, y de IU, Javier Madrazo y Mikel Arana, además de la representante de Aralar Aintzane Ezenarro.
Previamente al comienzo del acto institucional el lehendakari y otros representantes institucionales mantuvieron un encuentro con las más de 500 víctimas que asistieron al Kursaal, entre ellas Pilar Manjón, madre de uno de los fallecidos en el atentado del 11-M en Madrid.
Supuesto compromiso con las víctimas
En el exterior, el portavoz de la Presidencia de IU, Mikel Arana, consideró que las formaciones políticas deben "escuchar, compartir y aprender de quienes más han sufrido". A su juicio, estos actos son positivos porque ponen de manifiesto "el compromiso ético de la ciudadanía vasca en solidaridad con las víctimas" y su voluntad en "avanzar hacia la paz". "Todos estos testimonios deben remover las conciencias de quienes hoy dirigen ETA para que sean conscientes del dolor que están provocando y que de una vez por todas abandonen la violencia", aseguró.
Por su parte, la presidenta de las Juntas de Guipúzcoa, Rafaela Romero, aseguró que "el mayor avance para las víctimas, además de la justicia es la memoria y la dignidad, ver a las fuerzas políticas unidas frente a ETA y que no se haga una utilización partidista de su dolor y de su nombre". En ese sentido, reconoció que "a lo mejor últimamente los políticos hemos fallado en la imagen de unidad" y que en ese ámbito les quedan "asignaturas pendientes".