Ibarra responsabiliza de lo que le pueda pasar a los que han criticado sus palabras sobre Vera

L D (Agencias) Las declaraciones de Juan Carlos Rodríguez Ibarra suelen ir seguidas de una rectificación, matización o desaire. Pero esta vez, la cosa ha ido más lejos. Su breve pero intenso análisis sobre la carta de Rafael Vera a El País en la que el presidente extremeño se veía en el papel de un sacerdote confesor que veía como un inocente podía ir a la cárcel sabiendo quién es el culpable levantó un torrente de reacciones. Ahora, considera que los que le han criticado le han puesto “una diana en el pecho”.

 

Así las cosas, Ibarra ha remitido este miércoles una carta al ministro del Interior, José Antonio Alonso, para denunciar que ha recibido llamadas telefónicas amenazándole de muerte y que responsabilizará de "cualquier acción" que pudiera derivarse contra su "integridad física", a los que sin haber entendido sus palabras sobre la carta de Rafael Vera le ponen "una diana en el pecho" con sus acusaciones.

Como consecuencias de esas declaraciones, Rodríguez Ibarra recuerda en la carta que algunos dirigentes del PP de Extremadura le han tildado de "encubridor", "cooperador necesario y encubridor de un delito de asesinato"; IU Extremadura, de "justificador de terrorismo de Estado; o hablan de "pacto de silencio entre conmilitones", como dijo el consejero de Justicia vasco, Joseba Azkárraga.

"Las interpretaciones que se me atribuyen por parte de quienes no han escuchado mis declaraciones –denuncia Ibarra–, sólo pueden contribuir a alimentar la venganza de quienes necesitan justificaciones para realizarlas", añade la carta. Insiste en que quienes le están acusando "gratuitamente de estar implicado en sucesos de guerra sucia contra la banda terrorista ETA" y de haber cometido un delito, sin haber escuchado lo que dijo, le están colocando "una diana en el pecho".

La carta tiene dos finalidades, concluye Rodríguez Ibarra, "responsabilizar" a las personas que le acusan de "cualquier acción" que pudiera derivarse hacia su "integridad física", y comunicarle que después de mucho tiempo ha vuelto a recibir en su despacho llamadas telefónicas con amenazas de muerte.

 

Matizó que "obviamente, en su momento, el Gobierno se pronunciará y decidirá". Pese a que lo contrario sería un e scándalo, Zapatero quiso insistir en que "se va a decidir, tanto en la fase del procedimiento, como en la resolución final, con los mismos principios que para todas las peticiones de indulto que son muchas". Según recoge la agencia Europa Press, al ser preguntado si Felipe González le informó de que iba a proponer el indulto para Rafael Vera, Zapatero aseguró que ya había respondido a esa cuestión sobre la petición de indulto y añadió que no iba a hacer ninguna valoración más, entre otras cosas porque como presidente va a presidir un Gobierno en el que en su día "tomaremos la decisión".

 

 

Por su parte, el ex presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, ha asegurado en Valencia que "mi partido ha vertido críticas muy duras contra la petición de indulto y no les voy a contradecir, pero traté con Vera en tiempos difíciles y siempre se portó como un caballero, confío en él".

Tras insistir en que ETA no se relacionaría nunca con el terrorismo islámico y que la banda no ha tenido nada que ver con el 11-M, Arzalluz se ha empleado en defender a Vera. "Yo no sé en qué andaba metido, pero pienso que no tuvo relación con el GAL. Creo que lo que ha dicho sobre su huelga de hambre si finalmente es ingresado en prisión lo cumplirá", añadió Arzalluz.

Además, el ex presidente del PNV recordó que "Rafael Vera, junto con José Luis Corcuera, siempre hicieron todo lo posible para buscar una salida dialogada con ETA. Seguro que cometió errores, pero me cuesta mucho no creer en su palabra". Sobre el general Enrique Rodríguez Galindo, Arzalluz ha dicho que fue quien más comandos liquidó.