(Libertad Digital) Nueva entrega de los agujeros negros de Fernando Múgica en El Mundo –y van dieciséis capítulos– en la que se desvela la existencia de al menos dos copias de la cinta con la denuncia de Francisco Javier Lavandera. El teniente Montero de la Guardia Civil regrabó sobre un curso de inglés a distancia la cinta que el agente Campillo le había entregado. El rótulo de la cinta con que la identificó Montero no deja lugar a las dudas: "Campillo news". La otra copia fue entregada al capitán Marful, aunque este hecho nunca fue reconocido por él.
Pese a gravedad de estos hechos, lo más sabroso de esta información tiene que ver con las andanzas del militante del PSOE y supuesto espía Fernando Huarte. El socialista asturiano y presidente de la Asociación Nacional de Amigos del Pueblo Palestino ha cambiado el Principado por la costa levantina y vive con su mujer en Benidorm.
Según nos enteramos este miércoles por El Mundo, la asociación propalestina de Huarte envió el pasado mes de marzo –con la polémica ya servida en los medios– una donación de unos 15.000 euros a la International Cooperation Unit Palestine Red Crescent Society. El dinero fue abonado en una cuenta corriente del Arab Bank, en su sucursal de Ramala.
Más curiosa es la relación de Huarte con la embajada Libia. El socialista acudía a la sede de la legación diplomática en Madrid donde sus contactos le proporcionaban folletos propagandísticos y paquetes por valija diplomática. Según su propio testimonio, informa El Mundo, se trataba de muestras de fertilizantes.
Sin saber todavía para qué quería Huarte los fertilizantes llegados de Libia, lo cierto es que su relación con el régimen de Mumar el Gadafi viene de lejos. Según informó el 4 de abril La Nueva España de Asturias, "miembros de los servicios de información de la Policía" recurrieron a Huarte en varias ocasiones para recabar datos después de sus viajes a países como Libia. En uno de sus viajes estuvo acompañado de su hija, que también es miembro de la agrupación pro palestina que preside su padre. Algunas fuentes consultadas por La Nueva España apuntan que Huarte incluso formó parte de un reducido grupo que se internó en el desierto libio para entrevistarse personalmente con el coronel Gadafi. A mediados de los ochenta, el dirigente socialista trajo a Asturias una delegación de Libia a la Feria de Muestras del Principado. La Policía siguió de cerca las reuniones de esta delegación al sospechar que los miembros de la misma eran "agentes de Gadafi". Huarte participó en aquellos encuentros.