L D (Agencias) Horcajada, de 36 años y abogada de profesión, compaginará su nuevo cargo con el de concejala y el de diputada provincial cuando se constituya la nueva Diputación de Lérida, que está pendiente de la resolución de varios recursos de CiU contra las listas socialistas y republicanas.
La nueva presidenta ha asegurado a Europa Press que se ha puesto "a disposición del nuevo presidente del PP en Cataluña, Daniel Sirera", quien esta mañana le ha llamado después del pleno del Ayuntamiento, que ha finalizado hora y media después de que Montanya hiciera pública su dimisión.
Horcajada, que milita en el PP "desde 1994 o 1995", según sus palabras, más o menos el mismo tiempo que Montanya, dijo también que como actual secretaria general del PP en Lérida, por estatutos, le correspondería también asumir la presidencia. Refiriéndose a Montanya, aseguró que todo el partido le agradece su labor, "a partir de ahora lo que toca es hacer que el partido siga adelante".
El ya ex presidente de los populares ilerdenses anunció su marcha a primera hora de la mañana de este viernes en un rueda de prensa en la que señaló que "todos conocen los acontecimientos que se han ido produciendo en estos últimos días y entiendo que por coherencia yo he de presentar la dimisión. Yo entiendo que ha habido un cambio importante en el partido en Cataluña y estoy a disposición del nuevo presidente, Daniel Sirera, y voy a facilitarle las cosas al máximo".
El diputado del PP consideró que su renuncia al cargo en Lérida "es lo mejor para Sirera, para el partido y también es lo mejor para poder afrontar con el máximo de garantías el máximo reto que todos los militantes y simpatizantes de este partido tenemos en este momento que es hacer de Mariano Rajoy presidente del Gobierno". "Equivocada o no, esta decisión es la que tocaba tomar. Yo siempre he defendido el derecho a equivocarme, lo he hecho muchas veces, aunque procuro equivocarme lo menos posible y tengo el convencimiento de que ahora no me equivoco", añadió.
Montanya aseguró también sentirse arropado por todas las estructuras del partido y la inmensa mayoría de militantes de Lérida y ha reconocido que la dimisión de Josep Piqué y de su mano derecha, Francesc Vendrell, le cogió por sorpresa. "Yo albergaba el convencimiento de que finalmente se acabaría imponiendo la razón y que el partido de ninguna manera prescindiría de un activo tan importante como Josep Piqué". Montanya afirmó que en el tiempo en el que Piqué fue presidente contó siempre con su confianza, "lo cual es muy positivo y necesario para Lérida y yo quiero que esto siga siendo así".