El legionario, perteneciente al 4º Tercio Alejandro Farnesio de la Legión y cuya identidad responde a las iniciales J.G.G., resultó herido en las piernas al estallar un artefacto explosivo al paso de su vehículo blindado. Los otros tres ocupantes del blindado resultaron ilesos.
El soldado, que está fuera de peligro, fue trasladado en helicóptero al hospital Role 2 de la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat, donde se le diagnosticaron contusiones y golpes en ambas piernas y fractura en los metatarsianos del pie izquierdo, según informó el ministerio de Defensa en un comunicado.
El suceso tuvo lugar en la conocida ruta Lithium, una pista forestal de menos de 200 kilos que transcurre entre valles y puertos de montaña. Esta ruta une la capital de la provincia de Badghis, Qala i Naw, con Bala-Murghab, una localidad situada al norte de la provincia con una importante presencia talibán.
Esta carretera no asfaltada sirve para vertebrar la provincia, de ahí su importancia, que hace que las tropas españoles la patrullen de forma casi permanente para garantizar que esté abierta al tráfico, y que los talibán no la corten y pongan sus propios controles.
La constantes presencia militar en la zona hace también que los convoys se conviertan en un objetivo prioritario para los talibán, que han atacado en innumerosas ocasiones a las tropas españolas mientras transitaban por esta ruta Lithium. La última vez que el ministerio de Defensa reconoció e hizo público un ataque talibán en esa zona fue el pasado 1 de febrero de 2010. En aquella ocasión, una mina anticarro colocada en las próximidades de Sang Atesh al paso del convoy español costó la vida al soldado de orígen colombiano John Felipe Romero Meneses, e hirió a otros cuatro militares españoles.
Otro ataque similar en esta ruta se produjo el pasado 5 de septiembre, cuando militares españoles escoltaban a un convoy de las fuerzas de seguridad afganas. En el tiroteo provocado por los talibán resultó herido un cabo español.
Mientras en ocasiones anteriores los militares viajaban en los obsoletos blindados BMR, el ataque de este miércoles también destaca por ser el primero, reconocido por lo menos por el ministerio de Defensa, contra uno de los modernos blindados LMV Lince. Estos vehículos están especialmente diseñados para aguantar la explosión de minas y IED (artefactos explosivos improvisados). Cuentan con un sistema de protección balística y antiminas certificada por la normativa STANAG de la OTAN, su cabina tiene una estructura deformable con función antiaplastamiento, los asientos tienen su propia configuración antiminas y el depósito de combustible está protegiado para evitar que se vea afectado por las deflagraciones de minas o de un IED.
Además de con estos blindados, las tropas españolas cuentan también con los modernos RG-31 Nyala, de las que hay desplegados en el país asiático casi setenta vehículos, despues de que las últimas unidades fueron enviadas al país asiático a finales de marzo.