El vicepresidente primero, ministro de Interior y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, no será designado candidato a la presidencia por aclamación. El PSOE celebrará primarias cuando pasen las elecciones autonómicas y municipales, lo que complica sobremanera el horizonte político de Rubalcaba. La acumulación de cargos, la gestión del proceso político de Sortu, las implicaciones judiciales del caso Faisán y hasta la portavocía del Gobierno conspiran contra las opciones y expectativas de socialista cántabro. De hecho, los partidarios de Rubalcaba en el PSOE apostaban por un "candidato de consenso".
La pareja Barroso-Chacón es la gran beneficiara del procedimiento anunciado por Zapatero para su sucesión y una a opción más factible, por razones de género, imagen y hasta de procedencia regional. En cualquier caso, el esposo de la ministra de Defensa es un acreditado fontanero, un bombero sumamente eficaz y el muñidor en la sombra de más renombre en el PSOE. En contra de sus posibilidades, el rechazo que provoca su esposa en amplios sectores del partido y su endeblez dialéctica y retórica.
En cuanto a las obligaciones del ministerio de Defensa, nadie ni en el partido, ni el Gobierno ni en el ministerio de Defensa considera que las primarias puedan afectar a la dedicación a la cartera de Chacón. Su nombramiento como titular de Defensa supuso la apoteosis de la conversión de algunas carteras en títulos honoríficos.