L D (EFE) El que fuera vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, preguntado este lunes por su balance del primer año de Gobierno del PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que gracias a éste España ya no es "la madrastra" de Europa y se ha convertido en "un hermano" al que se mira "como ejemplo". Así se pronunció el diputado socialista en Zaragoza, donde viajó para presentar su libro "Cuando el tiempo nos alcanza. Memorias (1940-1982)".
Lo que más "impresiona" de lo que Zapatero ha hecho hasta ahora, añadió, es conseguir el respeto de los países del mundo y de Europa, que miran ahora a España como un ejemplo a seguir, al haber sido el primer país comunitario en ratificar, en referéndum, la Constitución Europea.
Preguntado por la crisis abierta en Cataluña tras el derrumbe del túnel del metro en el barrio barcelonés de El Carmel, Alfonso Guerra lamentó que este suceso haya derivado en "problemas, enfrentamientos y declaraciones de unos y otros" para los que, probablemente, "no era el momento" y que, lejos de resolver los problemas, "los agravan".
Además, hizo referencia al proceso de reforma Constitucional, al presidir él mismo la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, donde Guerra es parlamentario desde la primera legislatura democrática.
Como la Carta Magna de 1978 se rubricó con un alto nivel de acuerdo, es necesario el mismo consenso para su reforma, estimó Guerra, quien dijo que en la Constitución no hay cosas cuya reforma sea "imprescindible" sino más bien "aconsejable" o "conveniente", como es el caso, a su juicio, del Senado.
Guerra, quien dijo que no es "de ese tipo de políticos" que se preocupan sólo por la autonomía y los estatutos y se olvidan de los problemas reales de los ciudadanos, consideró que aunque se pueden acometer estas reformas estatutarias, también "se podría pasar sin hacerlas" y prestar así más atención a las demandas reales de los españoles.
Preguntado por la crisis abierta en Cataluña tras el derrumbe del túnel del metro en el barrio barcelonés de El Carmel, Alfonso Guerra lamentó que este suceso haya derivado en "problemas, enfrentamientos y declaraciones de unos y otros" para los que, probablemente, "no era el momento" y que, lejos de resolver los problemas, "los agravan".
Además, hizo referencia al proceso de reforma Constitucional, al presidir él mismo la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, donde Guerra es parlamentario desde la primera legislatura democrática.
Como la Carta Magna de 1978 se rubricó con un alto nivel de acuerdo, es necesario el mismo consenso para su reforma, estimó Guerra, quien dijo que en la Constitución no hay cosas cuya reforma sea "imprescindible" sino más bien "aconsejable" o "conveniente", como es el caso, a su juicio, del Senado.
Guerra, quien dijo que no es "de ese tipo de políticos" que se preocupan sólo por la autonomía y los estatutos y se olvidan de los problemas reales de los ciudadanos, consideró que aunque se pueden acometer estas reformas estatutarias, también "se podría pasar sin hacerlas" y prestar así más atención a las demandas reales de los españoles.