El presidente de la Junta de Andalucía dijo hoy al presidente del PP-A, Javier Arenas, durante un encendido debate ante el Pleno del Parlamento sobre la situación económica y el decreto ley de medidas de ajuste del Gobierno central, que el hecho de que el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, sea "malo, no les convierte a ustedes en buenos".
La respuesta de Griñán siguió a la argumentación de Javier Arenas, que dijo que si el decreto ley de medidas de ajuste del Gobierno central no hubiera salido adelante en el día de hoy en el Congreso de los Diputados, "a lo mejor teníamos elecciones generales y se abría un camino de esperanza para toda la sociedad". Y fue entonces cuando Griñán pronunció la frase mágica que muchos en privado dicen pero que nadie, hasta el momento, se había atrevido a pronunciar en público. "El que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes en buenos", frase que pasará a los anales del parlamentarismo por su sencillez, oportunidad y brevedad.
Pero aún más, el presidente de la Junta volvió a relacionar a Zapatero con un desastre porque ante el hecho de que los populares califiquen de "desastre" al jefe del Ejecutivo español se preguntó "cómo un desastre como Zapatero tiene mejor valoración" que el líder PP, Mariano Rajoy, "encuesta tras encuesta", algo que, a su juicio, no tiene ningún sentido.
Recuérdese que las relaciones de Griñán con el gobierno han tenido algunas disfunciones en los últimos tiempos. Se ha opuesto a la normativa federal que obliga a dejar, por ahora, las elecciones municipales y sus nombramientos y ha nominado digitalmente al candidato de Sevilla, Juan Espadas.
Hombre de siempre vinculado a Felipe González y Manuel Chaves, ha tenido que tragar con mal sabor de boca que Zapatero le impusiera a su número 2 en el gobierno Mar Moreno, consejera de Presidencia, su vigilante minuciosa.
Por si fuera poco, ha contradicho a Zapatero y su gobierno considerando que los recortes salariales a los funcionarios debían extenderse al personal de las empresas públicas y Fundaciones, a los que Zapatero no ha tocado.
Un duro debate andaluz
Javier Arenas advirtió a Griñán, según Europa Press, de que "no se puede tocar un céntimo de las pensiones" si antes no se reducen ministerios, consejerías, altos cargos, empresas públicas u oficinas en exterior. "Un gobernante no está legitimado para pedir sacrificios a la sociedad si su Gobierno no se sacrifica antes", apuntó el dirigente popular, quien pidió a Griñán que defienda ante Rodríguez Zapatero las inversiones en Andalucía y le diga que aquí "también se acabaron las anchoas" porque "no es de recibo" que sí estén garantizas las inversiones en Cataluña.
Preguntó cómo el Gobierno del PSOE puede congelar las pensiones, lo que supone unos 1.500 millones, y quitar el impuesto a los ricos que suponía 1.800 millones. "Esto es para que se le caiga a quien lo hace la cara de vergüenza", apuntó Arenas, quien señaló que salvo en Grecia, ningún gobierno europeo ha tocado a los pensionistas.
Acto seguido, el presidente le replicó que todos los países europeos están reduciendo gastos en personal, en pensiones y suben los impuestos, y anunció que hará una serie de propuestas fiscales en el próximo debate del Estado de la Comunidad. "Mi responsabilidad con los andaluces me lleva a apoyar las medidas Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero", dijo el presidente, para quien ello es responsable con la realidad económica y coherente con el propósito de salir antes y en las mejores condiciones de la crisis económica.
Arenas, en un segundo turno, estimó que el problema no son tanto las medidas como el hecho de que Rodríguez Zapatero, Manuel Chaves o José Antonio Griñán "no tienen crédito". Recordó que fue Griñán, en su etapa como ministro de Trabajo, el que impulsó el Pacto de Toledo y que él mismo, cuando ocupó esa cartera en el Gobierno del PP, pactó su desarrollo con los agentes sociales y llevó una ley al Congreso para la revalorización autonómica de las pensiones, si bien, en el día de hoy, con la aprobación del decreto ley, los socialistas "se han cargado por un voto el mayor acuerdo social en la democracia", dijo.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que los populares han votado en contra del decreto ley porque quieren elecciones generales, sin imaginar "el desastre" para este país que supondría que no existiera el decreto y además se convocaran comicios. Para el presidente, ha habido grupos en el Congreso que han tenido la responsabilidad de criticar el decreto y abstenerse, mientras que el PP está convencido, a su juicio, "de forma equivocada", de que si hay elecciones "las van a ganar" y que es la solución para los problemas actuales. A su juicio, en la actual situación, sería "absolutamente imposible hacer un pacto de Estado" con el PP porque lo único que quiere son elecciones.