(Libertad Digital) El ex presidente del Gobierno Felipe González , que participó en el programa "141 preguntas" del Fórum, ha asegurado que "al tripartito no le han dado ni 100 días de gracia, sino 100 días de desgracia, como a Zapatero".
Ante 500 personas, entre las que se encontraban la concejal de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, Marina Subirats, el director general del Fórum, Jordi Oliveras, y la directora de diálogos del evento, Mireia Belil, González calificó de "acoso incomprensible e irresponsable" las críticas de las que, a su juicio, han sido víctimas el actual gobierno catalán y el presidente del ejecutivo español.
En un discurso sembrado de alusiones, en tono irónico, al ex presidente del Gobierno José María Aznar y al actual jefe de la oposición, Mariano Rajoy, el ex diputado del PSOE ha afirmado que en los últimos años "el diálogo ha brillado por su absoluta ausencia" y se ha optado "por la descalificación".
González, que ahora se define como un ciudadano y un "activista político", dijo que "Europa está perdiendo relevancia". "Los ciudadanos se sienten más identificados con Europa que sus dirigentes", señaló también González, al tiempo que aseguró que "estamos ante una crisis que se precipitará si no se aprueba la Constitución Europea".
El político se mostró contrario al ingreso de Turquía en la Unión Europea –se preguntó por qué no Marruecos o Ucrania–, y resaltó las diferencias entre la "unión americana de 50 estados" –"y casi 51", ironizó González sobre el apoyo de Aznar a Bush– y una unión de 25 estados como la europea, de la que espera que sea "una fuerte democracia local con un fuerte poder global".
En cuanto a los atentados del 11-M, González ha rechazado el término "terrorismo islámico" y ha añadido que "tenemos un problema serio que va a convivir con nosotros durante mucho tiempo". "La guerra no va a solucionar el problema del terrorismo, pero sí la acción de la inteligencia, vista en el doble sentido, y la acción policial", afirmó el ex presidente, que también dio su opinión sobre las torturas destapadas en Irak. "Tendrán consecuencias difícilmente reparables desde muchos puntos de vista", ya que "alimentan la caldera de la humillación y la desesperanza, que son, más que la pobreza, el semillero de la violencia", dijo González, cuyo ministro del Interior fue condenado por el secuestro de Segundo Marey por los GAL.
Ante 500 personas, entre las que se encontraban la concejal de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, Marina Subirats, el director general del Fórum, Jordi Oliveras, y la directora de diálogos del evento, Mireia Belil, González calificó de "acoso incomprensible e irresponsable" las críticas de las que, a su juicio, han sido víctimas el actual gobierno catalán y el presidente del ejecutivo español.
En un discurso sembrado de alusiones, en tono irónico, al ex presidente del Gobierno José María Aznar y al actual jefe de la oposición, Mariano Rajoy, el ex diputado del PSOE ha afirmado que en los últimos años "el diálogo ha brillado por su absoluta ausencia" y se ha optado "por la descalificación".
González, que ahora se define como un ciudadano y un "activista político", dijo que "Europa está perdiendo relevancia". "Los ciudadanos se sienten más identificados con Europa que sus dirigentes", señaló también González, al tiempo que aseguró que "estamos ante una crisis que se precipitará si no se aprueba la Constitución Europea".
El político se mostró contrario al ingreso de Turquía en la Unión Europea –se preguntó por qué no Marruecos o Ucrania–, y resaltó las diferencias entre la "unión americana de 50 estados" –"y casi 51", ironizó González sobre el apoyo de Aznar a Bush– y una unión de 25 estados como la europea, de la que espera que sea "una fuerte democracia local con un fuerte poder global".
En cuanto a los atentados del 11-M, González ha rechazado el término "terrorismo islámico" y ha añadido que "tenemos un problema serio que va a convivir con nosotros durante mucho tiempo". "La guerra no va a solucionar el problema del terrorismo, pero sí la acción de la inteligencia, vista en el doble sentido, y la acción policial", afirmó el ex presidente, que también dio su opinión sobre las torturas destapadas en Irak. "Tendrán consecuencias difícilmente reparables desde muchos puntos de vista", ya que "alimentan la caldera de la humillación y la desesperanza, que son, más que la pobreza, el semillero de la violencia", dijo González, cuyo ministro del Interior fue condenado por el secuestro de Segundo Marey por los GAL.