González defiende a Rafael Vera porque "ha pagado más que nadie una cacería que iba dirigida contra mí"
Felipe González señala que el ex secretario de Estado de Seguridad "ha pagado más que nadie una cacería que iba dirigida contra mí" y asevera que su Gobierno fue el primero que consideró que ETA no podía tener un brazo político aunque "los tribunales finalmente le dieron la razón a HB (Herri Batasuna)". Rafael Vera, condenado por un secuestro de los GAL y malversación de fondos públicos, disfruta actualmente de un régimen abierto de su condena a prisión y quiere que la opinión pública conozca que también tiene un corazón "que late" y que las cosas le duelen.
En el acto de presentación del libro Las 19 puertas. Un relato autobiográfico también intervino el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que destacó "la brillante y honorable hoja de servicio" de Vera. Al acto también asistieron el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, y el ex ministro del Interior, José Luis Corcuera, entre otros destacados socialistas.
En su intervención, González recordó que durante el período en el que Vera fue alto cargo de Interior, entre 1986 y 1994, se "quebró el espinazo de ETA" y comenzó "el principio del fin de la banda".
Otro de los aspectos que quiso comentar González fue "la cacería sin ningún fundamento" de la que, en su opinión, fue objeto Vera, que fue condenado a diez años de prisión por el Tribunal Supremo por el secuestro de Segundo Marey, que llevó a cabo el Grupo GAL, y a siete años por la Audiencia Provincial por el uso irregular de fondos reservados.
"Rafa Vera ha pagado más que nadie una cacería que iba dirigida contra mí" señaló el ex presidente González que añadió que se hizo con los propósitos de "desestabilizar el Estado e intentar conseguir, con el juego sucio, un triunfo electoral".
Por su parte, Rafael Vera, que el próximo lunes, se enfrenta a un nuevo juicio en el que se piden siete años de cárcel de condena por los supuestos pagos de los fondos reservados a las mujeres de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez para que mantuvieran silencio por el "caso GAL", dijo que cada vez que habla siente "el aliento del odio en su nuca".
En este sentido, Vera, que desde agosto del año pasado disfruta del régimen abierto en la prisión de Segovia, resaltó que ha escrito el libro para que la opinión pública conozca que también tiene corazón "que late" y que las cosas le duelen.
"Padezco dos sorderas: una fisiológica, en un oído he perdido el 40 por ciento de la audición y en el otro el 60; y la otra es la de la Justicia y por cómo me ha tratado en tantos años de calvario", manifestó Vera, que añadió que su libro "es un relato que es más que memorias en las que se recoge todas las emociones, penas y amarguras que he padecido en la prisión de Segovia".
Rodríguez Ibarra amigo de Vera porque "eras inocente"
"Este libro no es un ajuste de cuentas con la gente que le traicionó. No quiere contar nada que haga sentir mal a los otros", aseguró Rodríguez Ibarra, que destacó "la brillante y honorable hoja de servicio" de Vera.
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