Gómez, que asegura que todos en el partido socialista "nos uniremos como una piña en torno al ganador", dice que ganó la batalla al presidente Zapatero –obligándole a convocar primarias al no retirar su candidatura frente a la de Jiménez- "hablando al presidente como aprendí en mi casa a hablar con todas las personas: con respeto y verdad".
Eso sí, de las amenazas de Rubalcaba, que llegó a decir que Gómez iba a tener que asumir las consecuencias de su insumisión, dice que "Rubalcaba sólo es una amenaza para los terroristas, no para mí". Es más, considera que "el ministro ya ha dicho todo lo que quería decir sobre las primarias y parece que tienen la intención de no insistir en sus argumentos. Si decirle ‘no’ a Zapatero fuera un activo, Rajoy sería Rockefeller".
El Mundo pregunta a Gómez qué tiene Trinidad Jiménez que no tenga él para que Zapatero la quiera tanto y a él tan poco. Gómez contesta entonces "no lo sé. Eso tiene que decirlo ella. Trinidad tiene que demostrar sus fortalezas y contar su proyecto político".
Pero no sólo Rubalcaba se ha opuesto a la candidatura de Gómez. Es conocida la animadversión de José Blanco hacia el actual líder del PSM. "Había una posición inicial, un intento de que yo no presentase mi candidatura y no hubiera primarias, y las va a haber. Me quedo con eso", dice enigmáticamente.
Otra de las polémicas referentes a las primarias del PSM en Madrid hace referencia a la agrupación de Móstoles y el posible pucherazo. "La decisión de disolver la agrupación se adoptó por unanimidad en 2008 por la Ejecutiva del PSM. En esa Ejecutiva estaba Jiménez, que nunca se había planteado resolver este asunto, como tampoco lo ha hecho nadie hasta hoy", se lamenta.
Por lo demás, dice Gómez que es una "persona leal, pero no sumisa", y que no le da "vértigo nada". "Es normal que yo no sea el candidato de eso que usted llama el aparato. Quiero hacer política para representar a la gente, sus necesidades y sus anhelos, y no para representar las necesidades del aparato. No estoy aquí para hacer una carrera profesional, ni para tener coche oficial o pisar moqueta", dice en la entrevista de El Mundo.
Gómez acaba la entrevista echando balones fuera, y asegurando que para división interna ya está la del PP madrileño. "Para división interna, la de Aguirre con Ruíz Gallardón. No hay ningún paralelismo" ya que es "una batalla que no tiene punto de retorno".