L D (Pablo Montesinos) Este viernes es especial para muchos españoles. Se celebra el día de la Nación en un momento "complicado" para nuestro país: Ibarretxe amenaza al Estado con su plan secesionista, la bandera de España no ondea en muchos Ayuntamientos y radicales catalanes (que conforman las bases de aquellos que son aliados del Gobierno) queman fotos de Sus Majestades los Reyes con una inexplicable impunidad en Cataluña. Unos actos y unos gestos que han calado en una sociedad que este Día de la Hispanidad han querido dejar claro que están orgullosos de ser españoles.
Muchos de los balcones de Madrid, pero también del resto de España, están engalanados con la bandera de España, un gesto que no es nuevo pero que este viernes adquiere aún más significado. Si alzas la mirada en cualquier avenida de la capital, es difícil no toparte con la insignia. En casa, en la oficina o en bares y restaurantes. Las tiendas han hecho en los últimos días su agosto con la venta de banderas. Miles se han visto a lo largo y ancho de "la Castellana".
El máximo apogeo de este patriotismo llegaba el miércoles. Tras diversos actos de las Nuevas Generaciones del PP bajo el lema "Somos España", el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, mandaba un solemne mensaje a la ciudadanía pidiéndoles "honrar y exhibir" la bandera española el Doce de Octubre. Sugería, en definitiva, que los españoles transmitieran "su cariño" a la Patria en unos momentos especialmente complicados para los signos y la Corona. La respuesta del PSOE fue acusarles de "agitadores" aunque la sociedad parece haber captado el mensaje.
Se nota a pie de calle. En los corrillos. La Fiesta Nacional se ha convertido en la excusa para recordar a todo el mundo que España nos representa y que hay que mirar con orgullo las tres últimas décadas de nuestra historia, en las que nuestros símbolos (la bandera, el himno y el Rey) nos han representado. Por eso este viernes miles de personas han salido a las calles. Por eso el jueves cientos de ciudadanos se concentraban en sus ayuntamientos llamados por los alcaldes del PP.
Banderines en el desfile
Desde luego, banderas no han faltado. Unas 10.000 banderitas se han repartido entre los asistentes al desfile militar además de miles de cordones para llevar el móvil con la insignia nacional. Y eso sin contar con las otras muchas que los propios asistentes han llevado de casa.
Hasta algunos equipos de fútbol han querido tomar cartas en el asunto. Lo dijo el jueves el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón: la dirección va a colocar la bandera de España en las mangas de las camisetas de sus jugadores en todos los partidos internacionales. Y no es el único. El Sevilla lleva ya desde hace dos años luciendo la insignia nacional. La respuesta de estos dos equipos contrasta mucho con la del fútbol club Barcelona, que hace guiños constantes al nacionalismo más conservador.
En definitiva, este viernes se ha vuelto a recobrar el sentido de la Fiesta Nacional.