LD (A.Martialay) El juez Baltasar Garzón ha vuelto este martes a ocupar su plaza en la Audiencia Nacional, tras sufrir el pasado viernes una repentina crisis de ansiedad. Garzón, que tuvo que ser hospitalizado de urgencia en la madrileña clínica Ruber, se encuentra en buen estado de salud y tras ser sometido a pruebas de esfuerzo, se ha descartado que el juez, que encabeza la Operación Cacería, sufra problemas cardiacos.
De momento, el juez no se ha inhibido de la presunta trama de corrupción relacionada con el PP, a pesar de que el pasado día 13 en un auto adelantase que habría aforados salpicados por la Operación. De haber finalmente aforados el magistrado debería abandonar la causa.
A la espera de la querella
Esta previsto que este martes, el PP presente una querella contra el magistrado por supuesta prevarcación tras saber que el ya ex-ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, también, junto a la fiscal que lleva el caso Gürtel y el juez pasaron juntos un fin de semana cinegético.
Según ha explicado Trillo, en una entrevista concedida a LDTV, Garzón ha sido "un político revestido de toga", ha exigido una vez más su inhibición en el sumario contra el PP. Una vez que el juez "conoce su propia incompetencia" -"hace cinco días se lo dijeron los fiscales del caso"- la ley establece un máximo de tres días para que dicho magistrado se inhiba del proceso, ha explicado Trillo.