L D (EFE) Los detenidos son Mohamed Nebbar, Mohamed Tahraoui, Ali Kaouka y Larbi Allag, que forman parte del grupo de dieciséis islamistas detenidos en enero de 2003 y a los que se intervinieron sustancias con las que, según el FBI norteamericano, podría fabricarse "napalm casero" y que otras fuentes había catalogado como "detergente".
Otros miembros de la supuesta "célula" también se desprendieron de efectos relacionados con presuntos terroristas islámicos detenidos en Francia el día anterior, después de que Mohamed Taharaoui les informara de estos arrestos. Taharaoui, prosigue el juez, adquirió radios y transmisores para las comunicaciones de los componentes de la "célula terrorista" y "las facturas correspondientes a dos radios fueron halladas en poder de los detenidos en Francia".
Este además, junto a otros miembros de la "célula", acompañó hasta la frontera francesa a Nouveddine Merabet, quien posteriormente fue detenido en Francia por su vinculación con la Yihad chechena dentro de un grupo de muyahidines con base en el Valle Pankisi Gorge (Georgia).
Asimismo, en un domicilio de la calle Montevideo 13 de la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet, registrado a raíz de la detenciones en 2003, se encontraron numerosas placas base electrónicas, componentes electrónicos, relojes digitales manipulados, temporizadores digitales y mandos a distancia también manipulados, "idóneos para su utilización como componentes para artefactos explosivos". Según Garzón, Mohamed Nebbar, "integrante de la organización, se profesión ingeniero electrónico, sería la persona encargada de construir los artefactos que después la organización utilizaría, siguiendo las técnicas impartidas por uno de los responsables máximos de Al Qaeda, Abu Zubaida, actualmente detenido en la base de Guantánamo (Cuba) por las autoridades" estadounidenses.
Garzón, que sustituye a Ruiz Polanco tras su suspensión cautelar, acusa a los cuatro de integrar una célula "de infraestructura y apoyo logístico de la organización terrorista argelina del Grupo de Protectores de la Corriente Salafista, vinculada a la también organización terrorista Al Qaeda".
El juez estima que, a pesar de que estos "venían cumpliendo la obligación" de presentarse en el Juzgado, tal y como en su día les impuso Ruiz Polanco, "los hechos se perfilan con nitidez como constitutivos de un delito de integración en organización terrorista" que aconseja su encarcelamiento para evitar el riesgo de fuga. Para adoptar esta decisión, Garzón se ha basado en un informe policial elaborado a partir del que en su día hizo el FBI y que el martes fue ratificado por la Policía, así como en documentos que en su momento solicitó Ruiz Polanco a Francia en comisión rogatoria, según fuentes jurídicas.
Para el juez, Larbi Allag, "falsa identidad de quien se llama realmente Djamel Boudjelthia" y Ali Kouka fueron quienes se desprendieron, días antes de las detenciones en 2003, entre el 17 y 18 de diciembre, de las sustancias que intervino la Policía y que, tras analizarlas el FBI, se determinó que podrían servir para fabricar "Napalm casero". Kouka, precisa Garzón, arrojó una bolsa con una botella de plástico que contenía un liquido viscoso de color azul oscuro, mientras que Boudjelthia se deshizo del resto.
"Hechos los análisis correspondientes, resultó que el líquido respondía por sus componentes químicos a la sustancia 'Napalm casero', altamente abrasiva y destinada como componente de artefactos explosivos con el fin de aumentar el poder abrasivo y daños personales de aquellos", explica el auto.
El juez estima que, a pesar de que estos "venían cumpliendo la obligación" de presentarse en el Juzgado, tal y como en su día les impuso Ruiz Polanco, "los hechos se perfilan con nitidez como constitutivos de un delito de integración en organización terrorista" que aconseja su encarcelamiento para evitar el riesgo de fuga. Para adoptar esta decisión, Garzón se ha basado en un informe policial elaborado a partir del que en su día hizo el FBI y que el martes fue ratificado por la Policía, así como en documentos que en su momento solicitó Ruiz Polanco a Francia en comisión rogatoria, según fuentes jurídicas.
Para el juez, Larbi Allag, "falsa identidad de quien se llama realmente Djamel Boudjelthia" y Ali Kouka fueron quienes se desprendieron, días antes de las detenciones en 2003, entre el 17 y 18 de diciembre, de las sustancias que intervino la Policía y que, tras analizarlas el FBI, se determinó que podrían servir para fabricar "Napalm casero". Kouka, precisa Garzón, arrojó una bolsa con una botella de plástico que contenía un liquido viscoso de color azul oscuro, mientras que Boudjelthia se deshizo del resto.
"Hechos los análisis correspondientes, resultó que el líquido respondía por sus componentes químicos a la sustancia 'Napalm casero', altamente abrasiva y destinada como componente de artefactos explosivos con el fin de aumentar el poder abrasivo y daños personales de aquellos", explica el auto.
Componentes electrónicos
Otros miembros de la supuesta "célula" también se desprendieron de efectos relacionados con presuntos terroristas islámicos detenidos en Francia el día anterior, después de que Mohamed Taharaoui les informara de estos arrestos. Taharaoui, prosigue el juez, adquirió radios y transmisores para las comunicaciones de los componentes de la "célula terrorista" y "las facturas correspondientes a dos radios fueron halladas en poder de los detenidos en Francia".
Este además, junto a otros miembros de la "célula", acompañó hasta la frontera francesa a Nouveddine Merabet, quien posteriormente fue detenido en Francia por su vinculación con la Yihad chechena dentro de un grupo de muyahidines con base en el Valle Pankisi Gorge (Georgia).
Asimismo, en un domicilio de la calle Montevideo 13 de la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet, registrado a raíz de la detenciones en 2003, se encontraron numerosas placas base electrónicas, componentes electrónicos, relojes digitales manipulados, temporizadores digitales y mandos a distancia también manipulados, "idóneos para su utilización como componentes para artefactos explosivos". Según Garzón, Mohamed Nebbar, "integrante de la organización, se profesión ingeniero electrónico, sería la persona encargada de construir los artefactos que después la organización utilizaría, siguiendo las técnicas impartidas por uno de los responsables máximos de Al Qaeda, Abu Zubaida, actualmente detenido en la base de Guantánamo (Cuba) por las autoridades" estadounidenses.
Ruiz Polanco los dejó en libertad
Entre marzo y mayo pasados, Ruiz Polanco acordó dejar en libertad a los 16 detenidos en la "Operación Lago", desarrollada a raíz de que el juez antiterrorista francés Jean Louis Bruguiere instara los arrestos mediante una comisión rogatoria, tras recibir un informe de la Policía en el que se aseguraba que las sustancias que les fueron intervenidas eran inocuas.
Sin embargo, y después de que en junio Ruiz Polanco acordara archivar la causa, el citado informe del FBI, obtenido a través de la Unidad Central de Información Exterior de la Policía, causó su reapertura, a petición del fiscal Pedro Rubira, en relación con tres de los cuatro presuntos salafistas encarcelados. El juez los citó entonces a declarar y finalmente los volvió a dejar en libertad al no poder determinar que pretendieran fabricar artefactos explosivos con estos objetos y sustancias, aunque les impuso la obligación de presentarse en el juzgado.
Entre marzo y mayo pasados, Ruiz Polanco acordó dejar en libertad a los 16 detenidos en la "Operación Lago", desarrollada a raíz de que el juez antiterrorista francés Jean Louis Bruguiere instara los arrestos mediante una comisión rogatoria, tras recibir un informe de la Policía en el que se aseguraba que las sustancias que les fueron intervenidas eran inocuas.
Sin embargo, y después de que en junio Ruiz Polanco acordara archivar la causa, el citado informe del FBI, obtenido a través de la Unidad Central de Información Exterior de la Policía, causó su reapertura, a petición del fiscal Pedro Rubira, en relación con tres de los cuatro presuntos salafistas encarcelados. El juez los citó entonces a declarar y finalmente los volvió a dejar en libertad al no poder determinar que pretendieran fabricar artefactos explosivos con estos objetos y sustancias, aunque les impuso la obligación de presentarse en el juzgado.