(Libertad Digital) Tras muchos meses de revelaciones sucesivas en torno a la negociación con ETA, el diario portavoz de la banda resume los meses de "alto el fuego" en un especial en el que, además de artículos y entrevistas con personajes como Pernando Barrena, la socialista Gema Zabaleta o el líder del sindicato proetarra LAB Rafael Díez Usabiaga, se desvelan algunas de las posturas de los interlocutores del Gobierno sobre algunos de los temas que estuvieron sobre la mesa de negociación.
Según Gara, la situación del sanguinario Iñaki de Juana Chaos sí fue debatida en las reuniones con ETA. De hecho, los etarras llegaron a espetarle a los representantes del Gobierno en una reunión de septiembre de 2006 que "si De Juana se muere, esto se acaba". "No hacéis ni lo más fácil", reprocharon los etarras a los interlocutores del Gobierno, que respondieron, dice el diario proetarra, prometiendo un "calendario de actuaciones" que desembocó en la salida de la cárcel del preso.
También se habló de la actuación policial durante la tregua. Los representantes del Gobierno, que se comprometió, según Gara, a efectuar una "disminución palpable" de las "presiones policiales", recibieron los reproches de los etarras en uno de los encuentro. Lamentaban los terroristas que la Guardia Civil y la Policía continuaran actuando en el País Vasco y Navarra contra su entorno. El Gobierno respondió exponiendo las dificultades de dar este tipo de órdenes porque no las podían poner por escrito. Sobre la Guardia Civil, los enviados de Zapatero contestaron: "Ésos sólo obedecen al duque de Ahumada".
Navarra también estuvo sobre la mesa. Ante las exigencias de los enviados de ETA, los interlocutores del Gobierno intentaron calmarlos sosteniendo que a Navarra "había que seducirla", según ha recogido la COPE del especial de Gara. Sobre otro de los aspectos clave de la negociación, la situación de Batasuna, el diario proetarra revela que los interlocutores políticos del Gobierno llegaron a plantear la derogación de la Ley de Partidos, con la condición de hacerlo después de las elecciones.
El Ejecutivo, cuenta el diario, pretendía adelantar los comicios a este mes de octubre. Respecto a la doctrina Parot y los presos, contemplaban la posibilidad de que fuera declarada ilegal e hicieron propuestas para la libertad y acercamiento de presos.
En las reuniones con los terroristas, los enviados del Gobierno explicaron sobre la Ley de Partidos, que el PSOE votó junto al Ejecutivo del PP, que "tampoco les agradaba" pero que debieron acatarla puesto que ETA estaba atentando contra cargos públicos. El extenso especial publicado por Gara también cuenta, en su apartado de "protagonistas" de la negociación, que Jesús Eguiguren, al que califica como "figura de vanguardia", fue interlocutor en los contactos hasta mayo, es decir, hasta que concluyeron las reuniones.
Los compromisos del Gobierno
Aunque Gara no publica las actas de la negociación que el Gobierno se niega a hacer públicas, sí incluye en el especial, en el apartado de "Documentos", el contenido íntegro del pacto entre el Gobierno y ETA, firmado en julio de 2005 y "ampliado y ratificado" en noviembre de ese año. En él está incluidos el acuerdo del Gobierno de "respetar las decisiones que sobre su futuro adopten los ciudadanos vascos" en "ausencia de cualquier tipo de violencia o coacción".
Pero el apartado más revelador es el de "garantías" adoptadas por el Gobierno en el acuerdo con los terroristas. El Gobierno se comprometió, cuenta Gara, a una "disminución palpable de la presencia policial", a la "desaparición de las presiones policiales", a que "la izquierda abertzale pueda desarrollar una vida política en igualdad de condiciones" con el resto de partidos y a "no realizar detenciones por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional".
Para este último punto, los etarras concedían al Ejecutivo un plazo de diez días. El documento, del que sólo hay una copia, según el diario, está guardado en una caja de seguridad "de un banco a cargo de la asociación internacional que ha actuado como mediadora" en el proceso. Aluden, previsiblemente, al centro Henri Dunant en Ginebra, frecuente escenario, según varias revelaciones periodísticas, de las reuniones entre el Gobierno y ETA.