Gallardón se postula ahora al Senado

La ambición política de Alberto Ruiz Gallardón suma un nuevo capítulo. En un discurso plagado de reproches hacia las comunidades autónomas -no citó de forma expresa a la presidenta Esperanza Aguirre-, el alcalde de Madrid se ha postulado al Senado sólo cinco días después de asegurar en las páginas de La Gaceta que no volvería a pedir a su jefe de filas, Mariano Rajoy, que le incluyera en las listas electorales al Congreso de los Diputados.

El primer edil madrileño ha camuflado esta petición en las competencias municipales, que considera tremendamente insuficientes. Dice Gallardón que no es normal que los gobiernos locales no tengan “voz y voto” en la Cámara territorial, y pone como ejemplo que Madrid forma parte del Comité de las Regiones de la UE y no del Senado.

“No se entiende el Estado autonómico español sin una voz permanente, y me conformaría con ello, de los Ayuntamientos en nuestra cámara de representación territorial”, insistió el alcalde de la capital.

Lo dicho por el regidor ya ha provocado controversia en las filas populares; su petición exige una reforma legal en toda regla y el anuncio, minutos antes de la comparecencia de Rajoy, le resta protagonismo al presidente del partido.

Pide más para los ayuntamientos

Gallardón, que ha inaugurado la segunda jornada de la XVI Intermunicipal que el PP está celebrado en Logroño, también exigió un nuevo mapa competencial y un nuevo marco jurídico y financiero en beneficio de los ayuntamientos. Asegura que actualmente existe “confusión” entre la ciudadanía, y que la clave está en aumentar las competencias municipales.

A su juicio, lo conveniente sería que las atribuciones de los ayuntamientos o las diputaciones provinciales las concreten las Cortes Generales mediante un “gran acuerdo” entre los dos partidos que se alternan en el Gobierno central, el PSOE y el PP, y no que dependan de “la voluntad” de las comunidades.

El alcalde de Madrid propuso, además, que gobierne en los ayuntamientos el partido más votado en aras de la fortaleza de los consistorios frente al resto de administraciones.