L D (Europa Press) Fraga dijo, además, que "el señor Aznar puede estar seguro de mi gratitud, de mi simpatía y de mi satisfacción de haberle propuesto en su día para sucederme".
Sin embargo, la sucesión se decidió en una reunión veraniega de 1989 en la casa que Fraga tiene en Perbes (La Coruña). La candidata del hoy presidente gallego era Isabel Tocino y los dirigentes del PP Juan José Lucas, Rodrigo Rato, Álvarez Cascos y Federico Trillo convencieron a Fraga de que el sucesor debía ser Aznar.
Pese a esos mensajes cargados de ironía y dobles sentidos, Manuel Fraga trató de quitar hierro a la polémica suscitada por sus críticas de este jueves al anterior gobierno de la Nación presidido por José María Aznar, y que motivó la respuesta epistolar del ex presidente. Horas antes el presidente gallego ya había matizado sus críticas.
Así, destacó que sus relaciones son "mejores" que buenas. "Todo lo demás son ganas de buscarle tres pies al gato, que tiene cuatro, como ustedes saben", afirmó y aseguró que, cuando dijo que la Junta de Galicia "no siempre" estuvo "suficientemente" apoyada por el Ejecutivo de Aznar durante la catástrofe del petrolero, no estuvo "criticando, ni mucho menos", la actitud del entonces gobierno central.
"Lo que dije es que alguna vez hubiéramos querido mayor presencia todavía, cosa que es natural que diga el presidente de Galicia", matizó Manuel Fraga. Así, señaló que hubiese deseado de Aznar "se hubiera dado una vuelta por la Costa da Morte, como lo hizo el Rey". "Pequeñas cosas como esas", agregó.