El rotativo británico Financial Times publica en su edición impresa de hoy un artículo sobre el último alto el fuego decretado por ETA en el que se muestra optimista y dice que esta vez puede ser distinta a las anteriores al tiempo que pide al Gobierno que maneje la política con cuidado y recomienda el acercamiento de los presos etarras a cárceles del País Vasco. "Madrid no puede seguir criminalizando a cientos de miles de vascos que quieren la independencia", dice el artículo.
Bajo el título "El nuevo paisaje político da el golpe de gracia a ETA", el periodista David Gardner cree que la "organización separatista" puede estar "en sus últimos pasos". "ETA esta vez realmente tiene que dejar su lucha de una vez por todas y de manera verificable. Pero las autoridades deben manejar la política con cuidado, por ejemplo, repatriando a cientos de presos de ETA dispersados por cárceles de toda España", apunta la información recogida por Europa Press.
El artículo finaliza diciendo que "tampoco puede Madrid seguir criminalizando a cientos de miles de vascos que quieren la independencia, siempre y cuando ellos obedezcan las reglas de cortesía democrática en la persecución de sus objetivos".
Financial Times no obvia que ETA ya ha decretado 11 treguas a lo largo de su historia y añade que "el último cese, en Marzo de 2006, también permanente, expiró con la explosión de una bomba en el aeropuerto de Madrid en diciembre de ese mismo año días después de que el presidente Zapatero, que había iniciado conversaciones con ETA, dijese a la nación que la paz estaba cerca".
Además asume que el comunicado del pasado 10 está redactado en los mismos términos que el de 2006 y que no se hace "ninguna mención concreta sobre su desarme o su desaparición, lo mínimo que un Gobierno de Madrid aceptaría". "Y la banda sigue considerando que las autoridades vascas y españolas deben aceptar sus deseos no sólo para las tres provincias vascas, sino también para Navarra", reconoce.
No obstante, el artículo matiza que "si ETA no ha cambiado mucho, sí lo ha hecho la sociedad que la rodea". "La organización es una sombra de lo que era, un grupo desclasado. Acosado por la acción de las fuerzas de seguridad españolas y francesas y por Ertzaintza ETA ha perdido a muchos de sus líderes casi tan pronto como cuando empezaron a serlo", dice.
En ese sentido, reconoce méritos al entorno de ETA al decir que "a la impotencia militar de ETA se ha sumado la presión de su rama política para que deje las armas". "Ha sido Batasuna -debilitada después de juicios, la ilegalización y sin medios de financiación– la que ha encabezado las demandas de ETA para que lo deje", explica.
Asegura que cuando en ETA se han producido debates de este tipo siempre se ha impuesto la vía de seguir adelante con las pistolas. "Esta vez puede ser diferente", replica. "En el País Vasco, cualquier residuo de entusiasmo por tácticas terroristas y las posturas mesiánicas de ETA, se evaporaron después de los devastadores atentados de 2004 en Madrid a cargo de yihadistas", concluye.