Muy lejos han quedado los tiempos en los que Ferraz trataba de defenestrar a Tomás Gómez, tanto en público como en privado. Todos los pesos pesados –incluido, como ya se sabe, el mismísimo Zapatero– cerraron filas entorno a Trinidad Jiménez, la candidata que trataron de imponer. Pero el tiro les salió por la culata, y aunque con un resultado apretado, el secretario general de los socialistas madrileños se alzó con la victoria en las primarias.
En aquella noche triunfal, Gómez prometió unidad; una unidad sin quebranto. Pero no ha sido así.
Todo estalló, por lo menos públicamente, con la lista al Ayuntamiento de Madrid, en la que el candidato socialista, Jaime Lissavetzky, manifestó su desacuerdo y malestar porque en ella se habían dejado fuera nombres que él considera imprescindibles.
El aspirante socialista a ocupar la alcaldía de la capital hizo campaña a favor de Trini. Y, cuando la maniobra de Gómez se consumó, no dudó en enviar una carta a Ferraz para que lidiara a su favor en la trifulca ya que, asegura, el reglamento indica claramente que "no puede someterse a votación ninguna lista que no goce de la conformidad del candidato". Quizá convencido de que la Ejecutiva Federal del PSOE terciaría a su favor.
Pero no ha sido así, o no del todo. Este martes ha trasladado "una recomendación" a los críticos con el secretario general del PSM a fin de que desconvoquen el encuentro previsto para el próximo viernes, al considerar que perjudica los intereses del partido en Madrid. Fuentes de la dirección federal del PSOE han informado a Efe de que la Ejecutiva prefiere que no se celebre ese acto, programado para la tarde del viernes en la sede de UGT en Madrid, y así se lo ha hecho saber a sus promotores.
Desde Ferraz argumentan que ese encuentro "no favorece precisamente" las negociaciones que se mantienen para cerrar la lista a la Alcaldía de Madrid. Aunque pasadas las 21.30 horas, se supo que Lissavetzky había conseguido incluir dos nombres adicionales a su lista. El acuerdo consiste en que el número uno por la candidatura al Consistorio madrileño incluirá en la lista a dos personas de su elección, una con un perfil vinculado al urbanismo y la otra procedente del mundo de la cultura. El anuncio de estos dos nombres será entre mañana y pasado. Aunque todo parece indicar que no habrá más concesiones.
Pero, evidentemente, el motivo que pesa en la desautorización del acto es partidista: cualquier evento que abone la más mínima división interna perjudica los intereses de todo el partido con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, han avisado.
Con el acto del viernes, el sector que respaldó a Trinidad Jiménez frente a Tomás Gómez en el proceso de primarias, hace unos meses, quiere reclamar a la dirección del PSM que le deje colaborar en el proyecto para los comicios, ya que sus integrantes se consideran "arrinconados". El diputado regional Andrés Rojo, uno de los promotores de esa cita, ha explicado a Efe que su objetivo es "trasladar la preocupación de casi el 50 por ciento del partido en Madrid, que se siente excluido" por la dirección ante la campaña de las próximas elecciones.
Y es que, según publica El Confidencial, no sólo la lista al Ayuntamiento sufrirá una criba, también la de la Asamblea. Los diputados autonómicos que apoyaron a la candidata de Zapatero y de Ferraz serán víctimas de una purga y lamentan que el aparato del partido les haya dejado tirados.
"El ambiente en las agrupaciones es de guerra civil. Hay amenazas, insultos... Gómez ha roto muchas reglas no escritas, como no buscar una salida a los críticos en otras listas o puestos", indicaron fuentes socialistas al citado periódico. Y es que, al parecer, la clave está en el día después de las elecciones del 22 de mayo y a la posible sucesión de Zapatero. "Gómez no se va a quedar quieto" si el presidente se va.