(Libertad Digital) Sin respaldar en ningún momento la acción contra El Mundo sugerida por Rubalcaba desde Tampere (Finlandia) –donde conoció la noticia de la mutilación del documento policial que anotaba un hipotético vínculo entre ETA y la trama del 11-M– , la vicepresidenta ha invocado un lacónico "respeto a las reglas del juego".
"Es bueno que respetemos los espacios constitucionales para abordar los conflictos y que respetemos el trabajo de los jueces", ha dicho. Nada distinto de la doctrina del Gobierno cuando se escuda en las instituciones para no aclarar las irregularidades detectadas en la investigación del caso por el Ministerio del Interior. Pero, al mismo tiempo, ninguna palabra de aliento a la estrategia de confrontación contra El Mundo emprendida por Rubalcaba.
"Hay tiempos", dijo genéricamente la vicepresidenta. "Cada uno tiene su tiempo. Y todos tienen su tiempo. Sólo puedo reiterar mi respeto al trabajo de los jueces. Con el sosiego y la tranquilidad necesarios, deben abordar temas de una enorme trascendencia como son los atentados terroríficos del 11 de marzo de 2004".