L D (Agencias) Núñez Feijóo aseguró, durante el acto de entrega a 60 personas de su carné de afiliado al PPdeG, que se presentó por primera vez a liderar el partido, en 2006, en un momento "difícil" y para suceder a alguien "difícil de sustituir" --por Manuel Fraga-- y que ahora repite porque, igual que en aquel momento, quiere "dar la cara". En el acto, en el que se celebraron las 10.000 nuevas incorporaciones al PPdeG desde que Núñez Feijóo lo preside, también estuvieron presentes el presidente del PP estatal, Mariano Rajoy, y la dirigente popular Ana Pastor.
El líder de los populares manifestó su confianza en que "dentro de poco" habrá que llamar al candidato popular a la Xunta "presidente Feijóo". "Vamos a ganar las próximas elecciones y vamos a gobernar", proclamó y confió, además, en que el PPdeG llegará a los 38 escaños, la mayoría absoluta. Rajoy afirmó que la "primera obligación" de un gobierno es resolver los problemas "y no crearlos, que es lo que han hecho Zapatero y el pintoresco Gobierno" de la Xunta. En este sentido, criticó la gestión del Ejecutivo liderado por Emilio Pérez Touriño, que no ha hecho "de lo importante, nada" y que, si bien recibió una Galicia en crecimiento económico, "la deja en recesión"
Tanto el presidente del PP nacional como Núñez Feijóo, hicieron hincapié en la política agraria, que Rajoy calificó de "fracaso palmario y descomunal". Asimismo, denunció que las medidas incluidas en el Plan Galicia no fueron aplicadas. Por todo ello, consideró que el cambio político en Galicia "es una necesidad nacional y una urgencia". Respecto a si cuatro años fueron poco tiempo para el actual Gobierno, aseguró que "es mejor" que sea así para evitar que se prolongue su gestión e indicó que el debate no es "que lo hayan hecho mal cuatro años, sino si va a seguir haciéndolo mal otros cuatro" o, por la contra, "viene un gobierno que se tome las cosas en serio".
El candidato popular a la Xunta afirmó que no se esconderá y aprovechó para criticar las actuaciones del Gobierno gallego en asuntos como la línea de alta velocidad ferroviaria para Galicia, la negociación de la cota láctea en la Unión Europea (UE) o las negociaciones para pactar un nuevo modelo de financiación autonómica. En este sentido hizo especial mención al conflicto generado a raíz del concurso eólico.
"El próximo presidente", dijo en referencia a sí mismo, "será previsible". "Si tengo que cesarlos, cesaré conselleiros", proclamó y aseguró que un gobierno dirigido por él no gastará esfuerzos en "pelear entre sí", sino que los invertirá en crear empleo. En este sentido dijo que Galicia tiene un "excelente futuro" e hizo un llamamiento a la "esperanza" porque las cosas "pueden ser diferentes" y la comunidad gallega puede tener un gobierno "unido".
También en clave electoral, Núñez Feijóo afirmó que el próximo gobierno de la Xunta "tiene que ser el punto de encuentro de todos los gallegos". "Galicia tiene que ser la suma de todos", remarcó y defendió que el PPdeG no es un partido "en contra de nadie, sino a favor de la mayoría". Asimismo, prometió "no gobernar para los que tienen carnés" de militantes. El líder de los populares gallegos consideró que "llegó el momento de gobernar sin rencor, sin vanidades, sin escándalos, sin divisiones, sin mirar a los carnés, mirando a todos los gallegos".
"No os quede duda de que vamos a ganar las autonómicas", dijo, porque Galicia "necesita de una renovación que depure los vicios adquiridos, agrandados e innovados por el bipartito". Apostó, por la contra, por un gobierno "con principios", que sume esfuerzos en los momentos de dificultad y no los gaste "en la división" para así "salir de la crisis creciendo".
Núñez Feijóo dijo a Rajoy que entendía que quisiese que Galicia fuera el lugar en el que se iniciara la entrega de carnés a los nuevos militantes, ya que él mismo es un militante del PPdeG y porque la formación gallega "fue, es y será un referente permanente del PP" estatal. En este sentido reivindicó el papel de Manuel Fraga como fundador del partido.
Destacó, asimismo, que la renovación del PPdeG, iniciada en 2006 sirvió como "referencia" a las acometidas por el PP en otros puntos de España y a la iniciada con carácter general este año. El éxito, aseguró, no fue que él ganara, sino que hoy se presenta "un equipo unido" que está "presto para presidir Galicia" y que mantiene su fuerza y es capaz de "incrementarla día a día", como ponen de manifiesto las 10.000 incorporaciones al PPdeG desde que lo preside, a quienes prometieron "lealtad y principios".