Estaban a escasísima distancia, si bien su actitud fue muy diferente en 'el día después' del mayor caos aéreo de la historia de España. Uno despachó el habitual corrillo con periodistas en menos de diez minutos y rehusó fijar postura, el otro se mojó y analizó de forma pormenorizada la situación. El escenario: la sala de los Pasos Perdidos del Congreso, en los fastos del día de la Constitución.
El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se enfundó el traje de jefe de la oposición -y parecía quedarle a medida- mientras quien lo ostenta, Mariano Rajoy, prefirió fotografiarse con los 'selectos' admiradores que hoy abarrotaban las Cortes.
Para empezar, dijo el barón regional, él no hubiera aprobado un Real Decreto tan delicado un viernes previo al puente de la Constitución y a las fiestas navideñas. "Lo hubiera hecho antes o en el mes de enero, pero no ahora", argumentó, poniendo como ejemplo la delicada situación económica así como el impacto que la huelga de controladores ha tenido en sectores como el económico.
Así se lo hubiera transmitido a Rajoy si él hubiera sido el presidente, según desveló. En este punto, llegó incluso a poner en entredicho la declaración de "Estado de alarma". "Se podría haber tomado o no, lo único cierto es que había que hacer algo", añadió.
Para rematar, Feijóo lanzó sus dardos contra Gaspar Zarría, Secretario de Estado que "no tiene nada que ver" con el espacio aéreo. "Es lamentable" que acusara al PP de estar detrás del paro, por lo que exigió a José Luis Rodríguez Zapatero su cese inmediato. El problema, se lamentó, "es que la España que aprobó la Constitución no es la España de hoy".
El silencio de Rajoy
Una contundencia que contrastó, en mucho, con la respuesta dada por Rajoy. "El Gobierno tiene que dar explicaciones", afirmó, en una comparecencia en la que no aceptó preguntas, a la entrada del Congreso de los Diputados. Informó, a renglón seguido, que su partido apoyará el próximo jueves los decretos que el Gobierno aprobó para establecer el estado de alarma y contrarrestar los efectos del plante de los controladores.
Un sí que no que reiteró poco después, ya en los tradicionales corrillos. El suyo fue el más breve que se recuerda y el más insulso en contenido. Sobre el tema, insistió en lo dicho: no dirá nada más hasta el jueves. Mientras, casi al lado, Feijóo acaparaba la atención cada vez de más informadores.
Feijóo, un valor en alza
Dos instantáneas, la de un dirigente cogiendo al toro por los cuernos y otro esquivándolo, que no pasan desapercibidas de puertas para adentro, como queda constatado en el libro El delfín del PP, que recoge un sondeo interno según el cual Feijóo es el favorito para sustituir al actual líder.
"En fin, qué te voy a decir yo que tu no sepas", zanjaba, irónico, un diputado del PP preguntado por este extremo. En la obra se recuerda la mano izquierda que tuvo el gallego en la última Conferencia de Presidentes Autonómicos, en la que actuó de jefe. "Es un político competente, trabajador, con conocimiento y experiencias", dijo de él el propio Rajoy, que ha vuelto a quedar en evidencia por su barón presidenciable.