El periodista turolense, que aseguró que este intento de atentado "no altera absolutamente nada" el ejercicio de su profesión, comentó que había sabido de la carta bomba a través de una llamada del ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes." Sobre la posible autoría señaló Jiménez Losantos que "Acebes me ha dicho que lo verosímil es que se trate de un grupo de extrema izquierda o la ETA, pero ha señalado con cierto humor negro que 'comprenderás que no lo demos con absoluta certeza' después de lo pasado" días atrás.
Según el editor de Libertad Digital, "es fundamental que estemos preparados para esto. España es un lugar expuesto al terrorismo, al etarra y al islámico, y también al de extrema izquierda, que ha experimentado un auge enorme después de los movimientos antiglobalización". Recordó que esta no es la primera vez que le sucede algo así porque "en los últimos años me han pasado cosas peores: me secuestraron y pegaron un tiro, y me temo no sea el último porque cuando estás es un periódico ya sabes que tienes que correr el riesgo de ser víctima".
Por su parte, el presidente-fundador del diario La Razón, Luis María Anson, a cuyo nombre iba otra de las tres cartas bomba ha declarado a la agencia EFE: "Yo nunca abro las cartas, por ello lo que más me preocupa es que el artefacto hubiera hecho daño al personal auxiliar del periódico, que es el que tiene ese cometido". "Por eso, la intención de los terroristas me parece todavía más miserable, porque hubiera podido costar la vida a alguno de los trabajadores del periódico", añadió Anson, que relató que conoció la existencia de un paquete sospechoso a su nombre por una llamada que le hizo Ángel Acebes, sobre las seis de esta tarde "cuando entraba a una de las sesiones en la sede de la Real Academia de la Lengua".
Explicó que "en un primer momento, la policía lo iba a hacer explosionar, pero un artificiero logró desactivarlo, y gracias a su pericia, se habrán podido conservar las huellas dactilares que hubieran dejado los terroristas". El fundador de La Razón, que dijo que desconoce a quién puede atribuirse la autoría de estos atentados, precisó que Acebes le había comunicado que el artefacto estaba compuesto por unos 50 gramos de un explosivo, "lo suficiente como para haber matado a quien hubiese abierto la carta"