Los terroristas de ETA utilizan habitualmente ollas o instrumentos similares para introducir sus artefactos y aumentar la potencia de la carga explosiva. Sin embargo, en este caso, el recipiente no guardaba nada en su interior, según precisaron fuentes del ministerio del Interior.
El departamento que dirige Alfredo Pérez Rubacaba confirmó que la Policía y la Guardia Civil activaron un dispositivo de búsqueda en Valencia después de que a las 12.15 horas un comunicante anónimo que dijo llamar en nombre de ETA alertase al diario Gara de la colocación de cuatro explosivos en tres carreteras y una vía férrea de acceso a la capital valenciana.
En concreto, las fuentes consultadas indicaron que, según la llamada, los explosivos habrían sido colocados en la CV-35, la V-30, una línea férrea de entrada y salida a Valencia capital y en la carretera de Manises a Valencia.
Este mismo comunicante habría especificado que algunos artefactos ya podrían haber hecho explosión en el momento de la llamada y que el resto lo harían en los siguientes minutos. Sin embargo, desde el Ministerio aseguraron que no constaba ninguna explosión.