L D (EFE) En el último caso, la dirección de ETA había encargado a Irkus Badillo Borde y Gorka Vidal Álvaro cometer un atentado en Madrid los próximos días.
Una acción con la que banda quería irrumpir de nuevo en la campaña electoral tras el balón de oxígeno que le proporcionó su entrevista con el independentista Carod-Rovira.
Los dos etarras que iban a atentar con 536 kilos de explosivos en una furgoneta-bomba no estaban fichados. Fuentes de la lucha antiterrorista sospechan que se habían incorporado recientemente a la banda asesina tras su paso por el terrorismo callejero. Lo mismo ocurrió en el anterior intento frustrado de atentado en Madrid, cuando los etarras Garikoitz Arruarte y Gorka Loran pretendieron hacer estallar una bomba en el interior de un tren en la estación de Chamartín. Tampoco los dos terroristas habían sido formados por la dirección etarra.
Aunque el Ministerio del Interior no lo ha confirmado, fuentes de la lucha antiterrorista sospechan que Badillo Borde y Vidal Álvaro iban a ser los responsables de colocar la furgoneta-bomba junto a la sede del diario La Razón. El explosivo llevaba un temporizador, por lo que se sospecha, que los terroristas aparcarían el vehículo dejando programada la hora de la deflagración y huirían. En poder de los detenidos los agentes han encontrado una nota sobre un complejo empresarial cerca de la Nacional II, la carretera de Barcelona, donde además de varias multinacionales se encuentran las sedes de los diarios ABC y La Razón.