(Libertad Digital) Arkaitz Goicoechea ha relatado a la Guardia Civil cuáles eran sus propósitos contra el socialista Benjamín Atutxa y el magistrado Grande Marlaska. Del primero dice que "la acción consistía en secuestrarlo y ejecutarlo al cabo de dos días, haciendo llamada de aviso reivindicando el secuestro a cambio del restablecimiento de los derechos políticos y civiles de la izquierda abertzale". O lo que es lo mismo, la legalización de Batasuna-ETA.
Después, explica el vil terrorista a la Benemérita, utilizarían "jeringuillas y tranquilizantes" para sedarle y tenían pensado "hacer un agujero en el monte, en la zona limítrofe entre Vizcaya, Álava y Castilla y León" donde introducirían al secuestrado. Sin embargo, "lo dejamos porque el concejal acudía a su puesto de trabajo con escolta".
Otra de las acciones terroristas que Azpiazu, jefe de ETA, había encargado a Goicoechea era el asesinato de Grande Marlaska. Según el relato al que ha tenido acceso La Razón, "el atentado contra el juez consistía en la localización de un lugar adecuado para colocar un artefacto que iba a ser activado mediante un cable para evitar posibles inhibidores de frecuencia". "No hicimos la acción porque no detectamos al juez", advierte el etarra.
Por otro lado, Antonio Basagoiti ha señalado en la COPE que tiene una "sensación de repugnancia" al ver como miles de proetarras se manifiestan con total impunidad para defender el terrorismo o para aplaudir al sanguinario De Juana. Para el líder del PP vasco, el Gobierno "no puede lavarse las manos" en este asunto y "lanzar balones fuera" cargando las culpas al Ejecutivo vasco.