(Libertad Digital) Según la información que este domingo publica El Mundo, el Gobierno estaría al corriente de la orden de ETA desde primeros de mes a través de las pesquisas del CNI y las fuerzas de seguridad. La banda terrorista habría lanzado esta orden al interpretar que su entorno no habría sabido responder a las detenciones y las últimas decisiones judiciales y que incluso habrían aceptado "sin discusión" los autos y la actuación policial.
La primera consecuencia de esta orden, indica El Mundo, habría sido la auténtica batalla campal vivida el pasado domingo en San Sebastián, que acabó con múltiples incidentes y nueve detenidos, entre ellos el del dirigente de la ilegal Askatasuna Juan Mari Olano. La manifestación, como tantas otras en las calles vascas, estaba prohibida. La Ertzaintza, según recoge el diario, ya estaba al tanto de que podría registrarse un recrudecimiento de incidentes de este tipo.
Por otro lado, el diario analiza la posición de algunos dirigentes de Batasuna-ETA después de que los terroristas anunciaran el fin del falso alto el fuego. Juan José Petrikorena, Rafa Díez Usabiaga y Rufi Etxebarría habrían intentado un acercamiento a los interlocutores del PSE durante la negociación en previsión de que queden fuera de la dirección del partido ilegal.
Según revela el diario, los interlocutores del Gobierno con los batasunos habrían avisado al Ejecutivo de este acercamiento y éste, dice El Mundo, les habría transmitido la "conveniencia" de que no se reunieran con ellos o les diera una respuesta negativa.