ETA exige "retirar" la Constitución, se jacta del "conflicto de Estado", admite que el 11-M lanzó el "proceso" y no parará
ETA vuelve a dejar claro que no parará hasta conseguir la independencia del País Vasco y la anexión de Navarra. En doce páginas de Gara, desahoga este domingo su desafío más arrogante, coincidiendo con el Aberri Eguna. El "gesto" de excarcelar a Ignacio de Juana "ha llegado tarde", dicen. Dan por hecho que Batasuna concurrirá a las Elecciones –o "ETA lo tomaría muy en cuenta", amenazan–. Pero no sólo: se jactan del "conflicto de Estado" provocado por su negociación con el PSOE, conminan a Zapatero a "retirar" la Constitución y reconocen por primera vez que el 11-M tuvo un papel entre las condiciones que han favorecido el llamado "proceso". La "lucha armada" –rematan– no desaparecerá, mientras no se cumplan todas y cada una de sus condiciones.
DOCUMENTO: ETA en estado puro
DOCUMENTACIÓN: Diez comunicados
REACCIONES
(Libertad Digital) La versión más desafiante y cínica de ETA ha reaparecido este domingo en Gara. El formato: una entrevista publicada en vasco y en castellano, a lo largo de un cuadernillo de doce páginas.
La banda terrorista no ofrece el menor asomo de una intención de dejar de matar. Todo lo contrario. La entrevista concluye con la siguiente advertencia: "Siempre habrá ciudadanos organizados dispuestos a tomar las armas, para garantizar la supervivencia de Euskal Herria, porque entienden que no hay otra opción para tener un país libre".
El testimonio periodístico es una entera amenaza al Estado, de principio a fin. Sus condiciones al Gobierno de Zapatero se mantienen, incluso se endurecen. Ahora no sólo exigen la autodeterminación y la "territorialidad" –en otras palabras, la anexión de Navarra–, sino que conminan al PSOE a "retirar" la Constitución de 1978 porque "los sectores populares no van a aceptar ningún proceso que mantenga los mismos límites de la Constitución de 1978 (...) El proceso debe retirar esos límites políticos y plasmar el cambio".
Ni siquiera aprecian el esfuerzo del Gobierno por satisfacerles, con "gestos" –así calificados por ETA– como la excarcelación de Ignacio de Juana. "Un gesto que ha llegado tarde y se han visto obligados a realizar", declaran en la misma entrevista, ilustrada por la fotografía de dos encapuchados.
Tampoco contemplan otro escenario que no sea la presencia de Batasuna-ETA en las elecciones, sin ningún tipo de contrapartida por parte del brazo político de los terroristas. Su tutela es tan transparente, que en un momento de la entrevista, hablan en nombre de Batasuna: "No nos sentimos ilegales", señalan, "aunque una legalidad extranjera que no aceptamos nos quiera hacer creer eso".
Su amenaza es más clara y arrogante que en ninguno de los nueve comunicados anteriores: "A ellos" –al PSOE, al Gobierno de Rodríguez Zapatero, incluso al Estado francés– "les toca decidir cómo quieren tener a la sociedad vasca; si en un marco que camina hacia la recuperación total de todos sus derechos o en lucha para subsistir, es decir, en un enfrentamiento totalmente violento con las realidades española y francesa".
El concurso electoral de Batasuna-ETA es innegociable, para la banda terrorista. "Euskadi Ta Askatasuna no puede imaginarse unas elecciones sin la izquierda abertzale (...) ETA lo tomaría muy en cuenta", advierten.
El 11-M impulsó el "proceso"
ETA reconoce por primera vez que el 11-M fue una de las condiciones que favorecieron la negociación con el Gobierno. En Gara, donde la entrevista con la banda ocupa un cuadernillo central de doce páginas, ETA vuelve a subrayar –y lo hace en varias ocasiones– que había "compromisos" con el PSOE, que éste ha incumplido al llegar al Gobierno.
"No entraremos en detalles", advierten, "pero nos referimos a eso cuando decimos que el Estado español no ha cumplido". Sobre el 11-M, ETA lo incluye como "uno de los factores" desencadenantes del llamado "proceso". "Los ataques armados del 11-M en Madrid acabaron con ocho años de gobierno de Aznar y el PSOE llegó al poder", señala ETA al valorar el papel de la masacre en su estrategia.
ETA no deja de hacer referencia, a lo largo de toda la entrevista, a los "compromisos" incumplidos por el PSOE y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
De la lectura del documento periodístico, se desprende de manera inequívoca –aunque en ningún momento se indica expresamente– que esos compromisos son anteriores a la llegada del PSOE al Gobierno. Por primera vez, además, ETA reconoce que los atentados del 11 de marzo de 2004, que los etarras llaman "ataques armados", fueron "uno de los factores" desencadenantes de la negociación con el Gobierno.
"Para empezar" –dice la banda terrorista en Gara este domingo, al describir las "condiciones" en las que arranca el llamado "proceso"–, "los ataques armados del 11-M en Madrid acabaron con ocho años de gobierno de Aznar y el PSOE llegó al poder. Eso provoca un cierto cambio y, siguiendo con la lectura que hacíamos entonces, al analizar cómo afectaría ese cambio al conflicto que padece Euskal Herria, preveíamos que iría en función de la voluntad de los nuevos líderes del PSOE. Éste fue uno de los factores".
Otra de las "condiciones" favorables para negociar con el Estado, apunta ETA, fueron "las declaraciones del PSOE y el talante de Zapatero", que "reflejaban voluntad para cambiar. Así, ETA entiende que hay intención de poner en marcha un segundo proceso de reforma en el Estado español. Podíamos interpretar que esa reforma traerá la resolución definitiva del conflicto entre Euskal Herria y el Estado español".
La tercera "condición" que se daba para que ETA declarase un "alto el fuego permanente", señalan los terroristas a Gara, es que "había un compromiso por ambas partes de que se daría una distensión, como requiere cualquier proceso de resolución. No entraremos en detalle", advierte la banda asesina, "pero nos referimos a eso cuando decimos que el Estado español no ha cumplido sus compromisos de alto el fuego".
El proceso: "¡En marcha!" o "bloqueado"
El llamado "proceso" está "¡en marcha!" o "en una situación de bloqueo", según la pregunta que se le formule a ETA. Lo que está "en marcha", según ETA, es la "construcción de un marco democrático para Euskal Herría" y "dar la palabra y la decisión sobre su futuro a los ciudadanos vascos". "Que nadie se engañe", avisa ETA, "nuestro compromiso es con un proceso que dé una salida democrática verdadera al conflicto".
Lo que está "bloqueado" del "proceso", en cambio, según ETA, son "las llaves para resolver el conflicto", que la banda terrorista deja claro que son "la territorialidad –Navarra– y el derecho a decidir. El debate político está situado en esos parámetros, así que hay que abordarlo", fija ETA como condición.
Tres meses después del atentado contra el aeropuerto de Madrid-Barajas, es ETA la que se permite exigir al Gobierno "unas bases más firmes y una nueva dinámica" como condiciones.
"Si hay proceso", dicen en Gara, "tendrá que ser sobre unas bases más firmes y una nueva dinámica, porque con la actitud demostrada hasta ahora por el Gobierno español y por agentes como el PSOE y el PNV no se puede construir un proceso serio. Hay que cambiar esas actitudes".
Barajas: "una respuesta a los ataques permanentes del Gobierno"
Sobre el atentado del pasado 30 de diciembre en el aeropuerto de Madrid, con el que asesinaron a dos personas, ETA está muy lejos de reconocerlo como un error o, según el lenguaje del presidente del Gobierno, "un accidente".
"Barajas fue una acción armada de respuesta a los ataques permanentes del Gobierno español. ETA manifestó en agosto que si seguían los ataques contra Euskal Herría respondería, y así lo hicimos el 30 de diciembre (...) Hasta aquel momento, y aún hoy, el Gobierno español no ha respetado sus compromisos de alto el fuego y tampoco ha mostrado una intención clara de cumplir esos compromisos".
Cínicamente, aseguran que "con la acción de Barajas, ETA intenta reconducir el proceso, y envía un mensaje claro al Gobierno español, para que reflexione: que es necesario respetar los compromisos, para que pueda desarrollarse un proceso de resolución del conflicto".
Más referencias a los supuestos "compromisos" incumplidos por el PSOE y por Rodríguez Zapatero:
"ETA pueda confirmar que ha cumplido todos sus compromisos durante estos meses. El Gobierno español no puede decir lo mismo".
Las condiciones concretas para que ETA "no tenga necesidad de responder" son: "que no creen medidas criminales contra los Presos Políticos Vascos, como por ejemplo la doctrina Parot. Que no impongan juicios y castigos contra los ciudadanos vascos, como son los casos de Iñaki de Juana, del juicio contra la juventud vasca e infinidad de ejemplos que podríamos poner para describir el estado de excepción que sufre nuestro pueblo. Que desaparezca todo esto y ETA no tendrá necesidad de responder".
Una entrevista para celebrar el Aberri Eguna
Con la clásica foto de dos encapuchados frente a una grabadora, el diario Gara vuelve a abrir su portada con una entrevista a los asesinos nacionalistas vascos de ETA. Se trata sin duda de un mero ejercicio simbólico para que el Aberri Eguna tenga el mensaje amenazante de rigor. No hay novedades, salvo que, a juzgar por lo que dice la entrevista, el PSOE no ha dejado de negociar.
La banda terrorista anuncia su disposición a "asumir compromisos firmes en un escenario de ausencia de violencia si desparecen los ataques contra Euskal Herria".
Quizá sea esta la frase que mejor resume las intenciones de los asesinos y que se resumen en lo de siempre: si hay detenciones o la Justicia cumple su cometido habrá atentados. En cuanto al escenario de “ausencia de violencia” es evidente que con los tres muertos de su particular alto el fuego, no cabe analizar cambio de actitud alguno.
Dicen los terroristas que "el proceso, en este momento, está bloqueado porque entre los partidos no han alcanzado un acuerdo político" y acusa al PSOE y al PNV de poner obstáculos a ese acuerdo.
También critica al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al que acusa de no haber "actuado con madurez ante el gesto de ETA" e indica que "es el momento de actuar con responsabilidad".
La demanda es la de siempre: Navarra, la independencia del País Vasco y la presencia terrorista en la política sin remilgos legales. Y las formas son también las mismas ya que bajo cada meta subyace la amenaza real de un asesinato. "No puede imaginarse –dice ETA– unas elecciones sin la izquierda abertzale". Sería, añaden los terroristas, "el fracaso del proceso".
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