L D (EFE) Las diligencias se producen en el curso de la comisión rogatoria que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y el fiscal Enrique Molina llevaron a cabo en México la semana pasada.
La investigación trata de determinar si los temporizadores empleados por ETA en algunas de sus últimas acciones terroristas fueron adquiridos en México. Con ese objetivo, el magistrado se desplazó a ese país con algunos de los aparatos intervenidos a la banda, los cuales fueron sometidos a pruebas de peritaje, que concluyeron que son los mismos que pueden ser adquiridos allí.
Según los datos recabados por Garzón, el dinero para adquirir los temporizadores era enviado por la organización terrorista a México, donde el histórico militante de la banda Juan Ángel Otxoantesana Badiola, Kirru, detenido el 26 de agosto de 2002 en el País Vasco francés, los adquiría a una empresa que los fabrica para montarlos en aparatos de aire acondicionado. A su vez, Otxoantesana enviaba a España las piezas electrónicas, que, antes de ser empleadas por los miembros de los grupos de ETA, eran modificadas, pues se les introducía un reloj que, al tiempo que dificultaba la desactivación del artefacto explosivo al que se conectaba, facilitaba su manejo por parte de los terroristas.
La comisión rogatoria está relacionada con la operación policial contra la trama financiera de ETA, que en julio del año pasado permitió la detención de varios miembros de la banda en México y en España. Entre estos últimos estaba Mikel Josu Arronategi, de 71 años, quien, según Garzón, recibió "consciente y voluntariamente" fondos de ETA "o, en todo caso, habría utilizado sus cuentas bancarias para hacer llegar dos remesas de dinero de seis y doce millones de pesetas en 2001 y uno más en 1999 al también miembro de ETA" e hijo suyo, Asier Arronategi. Este último lo habría distribuido después entre los responsables del colectivo de refugiados de la banda en México.
Esas partidas de dinero, según el magistrado, figuran anotadas en la documentación que le fue intervenida al responsable del aparato de logística de ETA Asier Oiarzabal Txapartegi, Balza, detenido el 23 de septiembre de 2001 en Francia. La labor de Mikel Josu Arronategui consistía en hacer llegar fondos de la banda terrorista al presunto integrante del "aparato de logística" de ETA Juan Ángel Otxoantesana, que tenía responsabilidades financieras en el "comité de coordinación" del "colectivo de refugiados" de ETA en México. Con esos fondos y mediante la utilización de identidades falsas, Otxoantesana constituyó "distintas cuentas corrientes y de inversión en entidades financieras y de crédito mexicanas".
Mientras tanto, la dirección de ETA, entre 2000 y 2001, le dotó también de fondos por valor de 27 millones de pesetas para financiar sus "actividades orgánicas" en México como integrante del "aparato de logística".
La investigación trata de determinar si los temporizadores empleados por ETA en algunas de sus últimas acciones terroristas fueron adquiridos en México. Con ese objetivo, el magistrado se desplazó a ese país con algunos de los aparatos intervenidos a la banda, los cuales fueron sometidos a pruebas de peritaje, que concluyeron que son los mismos que pueden ser adquiridos allí.
Según los datos recabados por Garzón, el dinero para adquirir los temporizadores era enviado por la organización terrorista a México, donde el histórico militante de la banda Juan Ángel Otxoantesana Badiola, Kirru, detenido el 26 de agosto de 2002 en el País Vasco francés, los adquiría a una empresa que los fabrica para montarlos en aparatos de aire acondicionado. A su vez, Otxoantesana enviaba a España las piezas electrónicas, que, antes de ser empleadas por los miembros de los grupos de ETA, eran modificadas, pues se les introducía un reloj que, al tiempo que dificultaba la desactivación del artefacto explosivo al que se conectaba, facilitaba su manejo por parte de los terroristas.
La comisión rogatoria está relacionada con la operación policial contra la trama financiera de ETA, que en julio del año pasado permitió la detención de varios miembros de la banda en México y en España. Entre estos últimos estaba Mikel Josu Arronategi, de 71 años, quien, según Garzón, recibió "consciente y voluntariamente" fondos de ETA "o, en todo caso, habría utilizado sus cuentas bancarias para hacer llegar dos remesas de dinero de seis y doce millones de pesetas en 2001 y uno más en 1999 al también miembro de ETA" e hijo suyo, Asier Arronategi. Este último lo habría distribuido después entre los responsables del colectivo de refugiados de la banda en México.
Esas partidas de dinero, según el magistrado, figuran anotadas en la documentación que le fue intervenida al responsable del aparato de logística de ETA Asier Oiarzabal Txapartegi, Balza, detenido el 23 de septiembre de 2001 en Francia. La labor de Mikel Josu Arronategui consistía en hacer llegar fondos de la banda terrorista al presunto integrante del "aparato de logística" de ETA Juan Ángel Otxoantesana, que tenía responsabilidades financieras en el "comité de coordinación" del "colectivo de refugiados" de ETA en México. Con esos fondos y mediante la utilización de identidades falsas, Otxoantesana constituyó "distintas cuentas corrientes y de inversión en entidades financieras y de crédito mexicanas".
Mientras tanto, la dirección de ETA, entre 2000 y 2001, le dotó también de fondos por valor de 27 millones de pesetas para financiar sus "actividades orgánicas" en México como integrante del "aparato de logística".