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ETA busca una masacre en Durango un día después de que el PSE pida volver a dialogar


Casi 100 kilos de explosivo; una furgoneta aparcada en marcha atrás para dirigir la onda expansiva directamente contra el cuartel de la Guardia Civil; una acción rápida en la que no dio tiempo a activar los inhibidores de frecuencia; 16 casas y diez vehículos destrozados. ETA ha intentado provocar una masacre en su siniestra reaparición de este viernes en Durango. Dos guardias civiles han salvado la vida de milagro. Víctimas y PP  vuelven a clamar por la ilegalización de ANV y PCTV. El PSOE no está por la labor. De hecho, Miguel Buen se jactaba, horas antes del atentado, de que el PSE volverá a negociar con ETA-Batasuna cuando lo consideren conveniente. El ministro del Interior, por su parte, había considerado "muy difíciles" las detenciones de terroristas callejeros.

LD (Efe) ETA ha irrumpido este viernes con un potente coche-bomba contra el cuartel de la Guardia Civil en Durango. Hacia las 3:30 de la madrugada, explotó una furgoneta aparcada frente al edificio.  Según ha indicado Joan Mesquida, contenía entre 80 y 100 kilos de "explosivo de tipo medio", probablemente amonal. Según informaron a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, la explosión se produjo en un aparcamiento situado junto al cuartel de la Guardia Civil.
 
Dos agentes, de 37 y 30 años de edad, han recibido cortes e impactos superficiales de metralla. Atendidos en el hospital de Galdácano, han recibido el alta y regresado al cuartel. Uno de los dos guardias civiles, de 30 años de edad, F.E.R., herido en el atentado de Durango presenta cortes e impacto de cuerpos extraños en espalda, cuello y muslos, mientras que el otro, de 37 años, presenta cortes en la mano derecha.
 
La deflagración del explosivo, ubicado en una furgoneta Citroen C-15, ocasionó cuantiosos daños en vehículos y viviendas cercanas al lugar y numerosos vecinos han sido desalojados.

Pasadas las cuatro y media de la madrugada, los terroristas hicieron explotar en un descampado de la localidad vizcaína de Amorebieta, a escasos kilómetros de Durango, el vehículo que habían utilizado para huir, un coche de matrícula portuguesa, y posteriormente siguieron su huida a pie. Según informó el departamento de Interior del Gobierno Vasco, la Ertzaintza investiga si el coche ardió tras la deflagración de un explosivo o se le dio fuego y después se produjo una explosión.

 
Un encapuchado aparcó la furgoneta
 
Un individuo encapuchado aparcó, marcha atrás, la furgoneta-bomba a la espalda del cuartel instantes antes de que el vehículo explotara alrededor de las 3:30 horas de este viernes, dándose a la fuga en un segundo vehículo junto a otra persona, informaron.
 
El agente de guardia, encargado de controlar los monitores que recogen el perímetro del cuartel, presenció la escena. Tras aparcar el coche, el etarra volvió sobre sus pasos, entro de nuevo en la C-15 y la dejó para introducirse definitivamente en el Seat Ibiza con matrícula de Portugal en el que huyó junto a otra persona, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. Se trata de un hombre que vestía una gorra calada que impedía, en gran parte ver, su rostro. El hecho de que reculase y regresase a la furgoneta refuerza la hipótesis de que los terroristas hayan utilizado un temporizador para hacer explotar la bomba, marcando en el reloj tan sólo unos minutos de cuenta atrás. El terrorista podría haber regresado a comprobar que el reloj había iniciado su cuenta atrás.
 
Un guardia civil intentó activar un inhibidor de frecuencia antes de la explosión, pero no dio tiempo.
 
Los autores del atentado se habrían desplazado a continuación a Amorebieta. Allí, en la campa Jauregibarria hicieron estallar, posiblemente por el mismo método, el coche en el que se desplazaron, con el objeto de borrar cualquier pista. De éste último hecho se tuvo constancia unos 50 minutos después.
 
Investigan una infraestructura en Portugal
 
El director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, precisó que el atentado ha sido cometido por varios individuos que han entrado con un coche marcha atrás para que la onda expansiva afectara directamente al cuartel. Mesquida hizo estas declaraciones en Durango, a donde se desplazó tras conocer la noticia de que ETA había hecho estallar en el cuartel de la Guardia Civil una furgoneta-bomba, que ocasionó heridas leves a dos agentes de la Benemérita. Este vehículo, según preciso, pudo haber sido sustraído hace dos días.
 
El director general de la Guardia Civil señaló que el hecho de que el vehículo de Amorebieta, que la Ertzaintza cree que pudo ser utilizado por los terroristas en su huída, tuviera placas de Portugal, "podría confirmar la hipótesis con la que se ha venido trabajando, de la posibilidad de que ETA pudiera tener algún tipo de infraestructura en Portugal".  Asimismo, indicó que también podría ponerse de manifiesto "la existencia de una infraestructura en Vizcaya".
 
El coche utilizado para huir fue alquilado hace unos meses en Portugal, según afirmó la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. El coche  fue alquilado por algún miembro de ETA el pasado mes de mayo en la turística localidad de Cuarteira, en El Algarve portugués. La persona presentó documentación falsa y dijo que lo recogería en Oporto, la capital del norte del país, en el extremo opuesto a donde el terrorista entregó por adelantado el dinero de la fianza, informaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación.
 
El otro vehículo, con el que los terroristas cometieron el atentado, es una furgoneta robada en el País Vasco. Sin embargo, su propietario no había denunciado el robo porque no sabía que había sido sustraída, según fuentes de la investigación, quienes precisaron que el dueño tampoco sabe exactamente cuando se la pudieron robar porque hacía dos días que no la utilizaba.
 
Daños en casas y vehículos
 
El atentado ha dejado muy dañadas o inhabilitadas un total de 16 viviendas de la casa cuartel, así como un total de 10 vehículos destrozados. Estos son algunos de los daños causados por la explosión, aunque aún no se ha hecho la evaluación completa de los mismos. Las fuentes consultadas precisaron que no si los destrozos no han sido mayores es porque el perímetro del cuartel es grande y porque los coches blindados de la Guardia Civil también han servido para parar en parte el efecto de la onda expansiva.
 
La explosión generó una "gran onda expansiva" que afectó de manera "importante" a las fachadas y ventanas de las viviendas cercanas e incluso al interior de algunas, según explicó un vecino de la calle Urkiaga-Torre situada a unos 300 metros del lugar, hasta donde llegaron los efectos de la explosión. Según indicó, tras escuchar la explosión, los vecinos se acercaron hasta el Cuatel donde comprobaron que había bastantes vehículos afectados y daños en las fachadas de los edificios colindantes, en las que incluso pudieron ver algunas grietas. Explicó, además que en el lugar del atentado ha quedado "como un gran agujero".
 
La explosión afectó a una gran cantidad de ventanas, causando la ruptura de cristales y desencajando las persianas de las ventanas, incluso de la calle Urkiaga-Torre, y, según relató, uno de los pisos más cercanos a la explosión "está totalmente destrozado" en el interior. Explicó además que pudieron sentir desde su vivienda "un temblor" y que incluso una llanta del vehículo bomba ha llegado hasta esta calle.
 
Asimismo, indicó que tanto los efectivos policiales como la ambulancia para atender a los heridos llegaron al lugar de manera "rápida" y que también los vecinos acudieron a la zona al escuchar la explosión "confusos" y "nerviosos" ya que no es la primera vez que se produce un atentado contra el Cuartel.  En este sentido, aseguró que "siempre" han sentido "algo de miedo" por vivir cerca de estas instalaciones, aunque "al final te acostumbras".
 
Primer atentado desde la ruptura de la falsa tregua
 
La explosión del coche-bomba esta madrugada ante el cuartel de la Guardia Civil en Durango es, si se confirma la autoría de ETA, el primer atentado desde que el pasado 5 de junio la banda terrorista diera por concluido el alto el fuego, aunque éste ya estaba roto de hecho con el atentado de la T-4 de Barajas del pasado diciembre.

Esta primera acción se produce 79 días después de que la organización terrorista hiciera público un comunicado en el que aseguraba que "no se dan las condiciones mínimas" para un proceso de negociación con el Gobierno español y anunciaba que desde ese momento actuaría "en todos los frentes en defensa de Euskal Herria" (País Vasco).

Desde entonces se han producido diversos actos de violencia callejera y se ha denunciado el envío de nuevas cartas de extorsión a empresarios por parte de ETA.

Además, la banda anunció la colocación de dos artefactos explosivos de muy escasa potencia al paso del Tour de Francia por Navarra que causaron mínimos daños materiales.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó recientemente que ETA había intentado atentar en varias ocasiones desde que rompió el alto el fuego y seguía intentándolo y señaló que "seguimos trabajando para cuantas veces ETA lo vuelva a intentar, Guardia Civil y Policía lo impidan".

Añadió que si se ha conseguido "parar unos cuantos atentados en los últimos meses" es porque "nunca hemos perdido la hipótesis de la temporalidad del alto el fuego".

La tregua anterior, vigente entre el 16 de septiembre de 1998 y el 3 de diciembre de 1999, fue la más larga mantenida por la banda armada, ya que duró 444 días frente a los 439 que prolongó esta última, y su ruptura se hizo efectiva el 21 de enero de 2000 con el asesinato en Madrid del teniente coronel Pedro Antonio Blanco García.

Los terroristas hicieron explotar un coche-bomba en la calle de Pizarra, cargado con unos 20 kilos de dinamita, cuando el militar, de 47 años, se dirigía hacia el coche oficial que le iba a trasladar a su trabajo en el Cuartel General del Ejército. En este atentado también resultó herida leve una niña de 13 años.

 
Los socialistas quieren volver al diálogo
 
Horas antes, el secretario del PSE en Vizcaya, Miguel Buen, anunció que el PSOE volverá a negociar con ETA-Batasuna, si lo considera conveniente. Por su parte, el ministro Pérez Rubalcaba afirmó que "es muy difícil" detener a los terroristas callejeros.

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