L D (EFE) Aznar acudió este martes por cuarta vez al pleno del Congreso para informar de la posición española ante la crisis iraquí y explicó que "España no participará en misiones de ataque o de carácter ofensivo" y "en consecuencia, no habrá tropas de combate españolas en el teatro de operaciones". Sí enviará al buque Galicia , con infraestructura médica y en el que habrá unidades del Ejército con capacidad para tareas de desactivación de explosivos y reconocimiento químico y radiológico.
España, según aclaró el presidente Aznar, también enviará a la región del Golfo Pérsico a la fragata Reina Sofía y al petrolero Marqués de la Ensenada, los tres atracados actualmente en Rota (Cádiz). Para la protección de Turquía ante la posibilidad de que Irak ataque a su vecino del norte si se inicia un conflicto armado en la región, y en cumplimiento de los acuerdos tomados en el seno de la OTAN, España aportará seis aviones F-18 apoyados por un avión-cisterna Hércules C-130 , con sus correspondientes dotaciones.
Aznar lamentó que haya sido imposible un acuerdo en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU por la postura "inflexible" de algunos países y defendió que se haga cumplir la legalidad a Irak una vez que Sadam Husein "ha despreciado su última oportunidad". Además, defendió la cumbre de las Azores en la que participó el pasado domingo junto con el presidente de Estados Unidos y los primeros ministros del Reino Unido, Tony Blair, y Portugal, José Manuel Durao Barroso, y aseguró que la declaración aprobada en ella para impulsar el vínculo entre Europa y Estados Unidos ha recibido ya el apoyo expreso de diecinueve países.
Zapatero, enrocado en la ilegalidad de la guerra
El envío de tropas españolas a la zona con una exclusiva tarea humanitaria fue calificada de "sarcasmo" por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien pidió a Aznar que "pare la guerra y así no tendrá que enviar ninguna ayuda". Zapatero consideró "ilegal e inmoral" la guerra en Irak, reprochó a Aznar que haya despilfarrado lo logrado en veinticinco años por la política exterior española y apeló a sus convicciones democráticas para que opte entre pasar a la Historia como "un dirigente democrático que se equivocó pero que decidió a tiempo rectificar a fondo y asumir sus responsabilidades".
El presidente del Gobierno replicó al dirigente socialista lamentando que pretenda "engañar" a la opinión pública con tal de "hacer daño" al Gobierno y conseguir votos mediante el "oportunismo electoral". Las críticas continuaron en boca del coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que acusó a Aznar de ocultar a los ciudadanos las verdaderas razones por las que apoya la guerra y le pidió su dimisión porque "está haciendo, a sabiendas, lo contrario de lo que quieren los españoles y la mayoría de votantes del PP". También el portavoz de CiU, Xavier Trias, criticó a Aznar por haberse decantado por una opción que augura "un nuevo orden mundial basado en la ley del más fuerte".
Manifestación en la Plaza de Neptuno
El portavoz de Coalición Canaria, José Carlos Mauricio, instó a reflexionar si la UE debe ser un "contrapeso" al poder de EEUU o debe "enseñarle a no usar su hegemonía sin control" y si la Unión Europea "es una prioridad de la política exterior de España". Pese a las críticas, Aznar agradeció tanto a Mauricio como a Xavier Trias su apoyo expreso a la decisión de no enviar a Irak tropas de combate. Iñaki Anasagasti, del PNV aconsejó a Aznar que escuche al Papa y no permita que Bush le transmita su fanatismo y obediencia a la Iglesia Adventista del Séptimo Día y le reprochó que utilice argumentos "interesados y falsos" para justificar la posición de España en la crisis.
Las seis formaciones del grupo mixto mostraron también su rechazo a esa posición, consideraron que la guerra es "ilegal" y le auguraron que las urnas le pasarán factura por sus decisiones "que matan". Con motivo de la sesión plenaria, cerca de un centenar de personas se manifestaron en contra la guerra en los alrededores del Congreso, concretamente en la cercana Plaza de Neptuno, mientras que en el hemiciclo, la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, tuvo que pedir a los diputados de IU que guardaran una pancarta en la que solicitaban la dimisión de Aznar e instó a desalojar a unos invitados que desde la tribuna lanzaron el grito "Vive la France".
España, según aclaró el presidente Aznar, también enviará a la región del Golfo Pérsico a la fragata Reina Sofía y al petrolero Marqués de la Ensenada, los tres atracados actualmente en Rota (Cádiz). Para la protección de Turquía ante la posibilidad de que Irak ataque a su vecino del norte si se inicia un conflicto armado en la región, y en cumplimiento de los acuerdos tomados en el seno de la OTAN, España aportará seis aviones F-18 apoyados por un avión-cisterna Hércules C-130 , con sus correspondientes dotaciones.
Aznar lamentó que haya sido imposible un acuerdo en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU por la postura "inflexible" de algunos países y defendió que se haga cumplir la legalidad a Irak una vez que Sadam Husein "ha despreciado su última oportunidad". Además, defendió la cumbre de las Azores en la que participó el pasado domingo junto con el presidente de Estados Unidos y los primeros ministros del Reino Unido, Tony Blair, y Portugal, José Manuel Durao Barroso, y aseguró que la declaración aprobada en ella para impulsar el vínculo entre Europa y Estados Unidos ha recibido ya el apoyo expreso de diecinueve países.
Zapatero, enrocado en la ilegalidad de la guerra
El envío de tropas españolas a la zona con una exclusiva tarea humanitaria fue calificada de "sarcasmo" por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien pidió a Aznar que "pare la guerra y así no tendrá que enviar ninguna ayuda". Zapatero consideró "ilegal e inmoral" la guerra en Irak, reprochó a Aznar que haya despilfarrado lo logrado en veinticinco años por la política exterior española y apeló a sus convicciones democráticas para que opte entre pasar a la Historia como "un dirigente democrático que se equivocó pero que decidió a tiempo rectificar a fondo y asumir sus responsabilidades".
El presidente del Gobierno replicó al dirigente socialista lamentando que pretenda "engañar" a la opinión pública con tal de "hacer daño" al Gobierno y conseguir votos mediante el "oportunismo electoral". Las críticas continuaron en boca del coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que acusó a Aznar de ocultar a los ciudadanos las verdaderas razones por las que apoya la guerra y le pidió su dimisión porque "está haciendo, a sabiendas, lo contrario de lo que quieren los españoles y la mayoría de votantes del PP". También el portavoz de CiU, Xavier Trias, criticó a Aznar por haberse decantado por una opción que augura "un nuevo orden mundial basado en la ley del más fuerte".
Manifestación en la Plaza de Neptuno
El portavoz de Coalición Canaria, José Carlos Mauricio, instó a reflexionar si la UE debe ser un "contrapeso" al poder de EEUU o debe "enseñarle a no usar su hegemonía sin control" y si la Unión Europea "es una prioridad de la política exterior de España". Pese a las críticas, Aznar agradeció tanto a Mauricio como a Xavier Trias su apoyo expreso a la decisión de no enviar a Irak tropas de combate. Iñaki Anasagasti, del PNV aconsejó a Aznar que escuche al Papa y no permita que Bush le transmita su fanatismo y obediencia a la Iglesia Adventista del Séptimo Día y le reprochó que utilice argumentos "interesados y falsos" para justificar la posición de España en la crisis.
Las seis formaciones del grupo mixto mostraron también su rechazo a esa posición, consideraron que la guerra es "ilegal" y le auguraron que las urnas le pasarán factura por sus decisiones "que matan". Con motivo de la sesión plenaria, cerca de un centenar de personas se manifestaron en contra la guerra en los alrededores del Congreso, concretamente en la cercana Plaza de Neptuno, mientras que en el hemiciclo, la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, tuvo que pedir a los diputados de IU que guardaran una pancarta en la que solicitaban la dimisión de Aznar e instó a desalojar a unos invitados que desde la tribuna lanzaron el grito "Vive la France".