L D (Agencias) Este viernes comienza la segunda ronda de comparecencias en la comisión de investigación del 11-M y el aporte documental del Gobierno ya se ha convertido en el primer escándalo.
El portavoz del PP en la comisión, Vicente Martínez-Pujalte, que improvisadamente convocó a los periodistas en el Congreso, declaró que los funcionarios del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) encargados de la custodia de los documentos han mostrado informes con el mismo número de referencia y con la misma fecha que los que analizaron hace dos meses. "No había nada nuevo, ni siquiera una actualización", denunció Pujalte.
El diputado popular explicó que, debido a las filtraciones en algunos medios de comunicación y a las manifestaciones que en este sentido efectuaron el ex director del CNI, Jorge Dezcallar, y su sustituto, Alberto Saiz, "hay otros documentos" elaborados por este organismo que no han podido ser estudiados por los comisionados, tal y como esperaba el PP. "Veníamos a conocer nuevos datos y a seguir avanzando y nos da la impresión de que el grupo y el Gobierno socialistas toman el pelo a la comisión, y por ende, a los ciudadanos", sentenció Martínez-Pujalte.
El diputado del PP explicó que la sesión de este jueves debía afrontar el estudio de los documentos del CNI relacionados con el 14 de marzo y los elaborados con posterioridad, así como informes de Europol sobre la amenaza del terrorismo integrista y de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, éste último relacionado con la trama de los explosivos y las novedades que se han dado desde junio, cuando Fernando Aldea llegó a la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo por el ascenso del ahora general Pedro Laguna. Son las dos únicas novedades que han llegado al Congreso.
El diputado popular explicó que, debido a las filtraciones en algunos medios de comunicación y a las manifestaciones que en este sentido efectuaron el ex director del CNI, Jorge Dezcallar, y su sustituto, Alberto Saiz, "hay otros documentos" elaborados por este organismo que no han podido ser estudiados por los comisionados, tal y como esperaba el PP. "Veníamos a conocer nuevos datos y a seguir avanzando y nos da la impresión de que el grupo y el Gobierno socialistas toman el pelo a la comisión, y por ende, a los ciudadanos", sentenció Martínez-Pujalte.
El diputado del PP explicó que la sesión de este jueves debía afrontar el estudio de los documentos del CNI relacionados con el 14 de marzo y los elaborados con posterioridad, así como informes de Europol sobre la amenaza del terrorismo integrista y de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, éste último relacionado con la trama de los explosivos y las novedades que se han dado desde junio, cuando Fernando Aldea llegó a la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo por el ascenso del ahora general Pedro Laguna. Son las dos únicas novedades que han llegado al Congreso.
El portavoz del PP auguró que "el Gobierno dirá que están sujetos a secreto, pero sabemos que hay otros documentos". Pronosticó también que "ahora los socialistas están haciendo como que se los estudian. Igual están haciendo tiempo para justificar es nueva tomadura de pelo". Desde CiU, ERC y el Grupo Mixto también se ha criticado lo que, en palabras de José Antonio Labordeta (CHA), es “un poco de cachondeo”.
Sin embargo, el PSOE lo tiene claro: la culpa del 11-M es del PP
Pese a lo irregular en la aportación documental, el portavoz del PSOE en la comisión 11-M, Álvaro Cuesta, dijo que los documentos estudiados en la sesión demuestran que "España tenía desde 2001 un riesgo creciente de ser objetivo del terrorismo islamista" y sentenció que "se estaba preparando un atentado en las narices del anterior Gobierno del PP".
Preguntado si era consciente de la gravedad de sus acusaciones, el portavoz socialista señaló que también se dijo en su momento que "algunas tramas van ocurriendo delante de las narices de algunos mandos policiales". Por ello, afirmó que también, desde hace tres años, sucedían "hechos que no se veían en su dramatismo, quizá porque había una obsesión, porque se había bajado la guardia o porque no estábamos especializados" en la lucha contra el terrorismo islamista. "Y estos hechos -dijo- demuestran que España, desde 2001, tenía riesgo creciente, alarmas que se disparaban, de ser objetivo del terrorismo islamista". El diputado del PSOE subrayó, asimismo, que frente a dicha situación el anterior Gobierno no puso en marcha "instrucciones políticas".
Además, según manifestó Cuesta, otra conclusión que se desprende del análisis de los informes consiste en que "había noticia, no pruebas, de tráfico ilegal de explosivos", lo que, a su vez, pone de manifiesto que se dio "falta de coordinación", toda vez que "algunos responsables policiales no tomaron las medidas adecuadas ni dieron las instrucciones oportunas en su momento".
Preguntado si era consciente de la gravedad de sus acusaciones, el portavoz socialista señaló que también se dijo en su momento que "algunas tramas van ocurriendo delante de las narices de algunos mandos policiales". Por ello, afirmó que también, desde hace tres años, sucedían "hechos que no se veían en su dramatismo, quizá porque había una obsesión, porque se había bajado la guardia o porque no estábamos especializados" en la lucha contra el terrorismo islamista. "Y estos hechos -dijo- demuestran que España, desde 2001, tenía riesgo creciente, alarmas que se disparaban, de ser objetivo del terrorismo islamista". El diputado del PSOE subrayó, asimismo, que frente a dicha situación el anterior Gobierno no puso en marcha "instrucciones políticas".
Además, según manifestó Cuesta, otra conclusión que se desprende del análisis de los informes consiste en que "había noticia, no pruebas, de tráfico ilegal de explosivos", lo que, a su vez, pone de manifiesto que se dio "falta de coordinación", toda vez que "algunos responsables policiales no tomaron las medidas adecuadas ni dieron las instrucciones oportunas en su momento".