L D ( EFE ) A la ofrenda floral acudieron, además de Enrique Múgica, la viuda del socialista asesinado, Mapi Heras, y sus tres hijos, Rubén, José María y Fernando, quienes estuvieron arropados por numerosos dirigentes y militantes del PSE/EE y el PP.
El secretario general del PSE/EE de Guipúzcoa, Manuel Huertas, el vicesecretario general, Miguel Buen, el ex líder de los socialistas vascos Nicolás Redondo Terreros, la diputada Elvira Cortajarena, la edil en Urnieta Maite Pagazaurtundua y la profesora de la UPV y también concejal socialista Gotzone Mora, entre otros, acompañaron a los Múgica en el cementerio donostiarra. También acudieron la portavoz del PP en las Juntas Generales de Guipúzcoa, Regina Otaola, y los candidatos populares al Congreso de los Diputados, José Eugenio Azpiroz y Gonzalo Quiroga.
Después de que un rabino pronunciara una oración, el ex ministro socialista tomó la palabra y criticó al lehendakari, Juan José Ibarretxe, a quien recordó que el apoyo a las víctimas "pasa por el respeto a la persona y por mantener su dignidad". Múgica afirmó que ocho años después del asesinato de su hermano sigue viva la "memoria del odio", que se materializó en Andoain (Guipúzcoa) "cuando los concejales nacionalistas volvieron a escupir sobre la tumba de Joseba Pagaza".
Fernando Múgica fue asesinado el 6 de febrero de 1996 cuando caminaba por una céntrica calle de San Sebastián próxima a la sede socialista acompañado por su hijo José María, quien fue encañonado por uno de los dos terroristas que posteriormente dispararon contra su padre.
El secretario general del PSE/EE de Guipúzcoa, Manuel Huertas, el vicesecretario general, Miguel Buen, el ex líder de los socialistas vascos Nicolás Redondo Terreros, la diputada Elvira Cortajarena, la edil en Urnieta Maite Pagazaurtundua y la profesora de la UPV y también concejal socialista Gotzone Mora, entre otros, acompañaron a los Múgica en el cementerio donostiarra. También acudieron la portavoz del PP en las Juntas Generales de Guipúzcoa, Regina Otaola, y los candidatos populares al Congreso de los Diputados, José Eugenio Azpiroz y Gonzalo Quiroga.
Después de que un rabino pronunciara una oración, el ex ministro socialista tomó la palabra y criticó al lehendakari, Juan José Ibarretxe, a quien recordó que el apoyo a las víctimas "pasa por el respeto a la persona y por mantener su dignidad". Múgica afirmó que ocho años después del asesinato de su hermano sigue viva la "memoria del odio", que se materializó en Andoain (Guipúzcoa) "cuando los concejales nacionalistas volvieron a escupir sobre la tumba de Joseba Pagaza".
Fernando Múgica fue asesinado el 6 de febrero de 1996 cuando caminaba por una céntrica calle de San Sebastián próxima a la sede socialista acompañado por su hijo José María, quien fue encañonado por uno de los dos terroristas que posteriormente dispararon contra su padre.