(Libertad Digital) Con un funeral de Estado, se ha dado el último adiós a los siete agentes de los servicios de inteligencia muertos en Irak, en el mayor atentado contra españoles en suelo iraquí.
Los Reyes y el Príncipe de Asturias han presidido el acto fúnebre que, pasadas las 12:00 horas, comenzó en la sede del Centro Nacional de Inteligencia. Al acto asistieron el presidente del Gobierno, José María Aznar, así como otros miembros del Ejecutivo, los líderes de diversas formaciones políticas y representantes de las principales instituciones del Estado.
A su llegada a la sede del CNI y antes del inicio del funeral, Don Juan Carlos y Doña Sofía (visiblemente emocionada), así como el Príncipe Felipe, se acercaron hasta los familiares de los asesinados para darles el pésame. Los siete féretros con los restos mortales de los miembros del CNI fueron colocados en otros tantos armones ubicados entre el altar y los lugares destinados a los asistentes al acto.
Los restos mortales de los agentes asesinados fueron trasladados por la mañana a la sede del CNI desde el Hospital Central de la Defensa, donde el lunes habían quedado instaladas las correspondientes capillas ardientes. La mayoría de los familiares de las víctimas se trasladaron también desde el centro hospitalario en autobuses habilitados al efecto y en vehículos particulares. En el funeral no se ha permitido la presencia de representantes de los medios de comunicación y sólo Televisión Española ha tenido acceso al acto para distribuir imágenes del mismo.
A su llegada a la sede del CNI y antes del inicio del funeral, Don Juan Carlos y Doña Sofía (visiblemente emocionada), así como el Príncipe Felipe, se acercaron hasta los familiares de los asesinados para darles el pésame. Los siete féretros con los restos mortales de los miembros del CNI fueron colocados en otros tantos armones ubicados entre el altar y los lugares destinados a los asistentes al acto.
Los restos mortales de los agentes asesinados fueron trasladados por la mañana a la sede del CNI desde el Hospital Central de la Defensa, donde el lunes habían quedado instaladas las correspondientes capillas ardientes. La mayoría de los familiares de las víctimas se trasladaron también desde el centro hospitalario en autobuses habilitados al efecto y en vehículos particulares. En el funeral no se ha permitido la presencia de representantes de los medios de comunicación y sólo Televisión Española ha tenido acceso al acto para distribuir imágenes del mismo.
El funeral, que comenzó con los acordes del "Requiem", de Mozart, se ofició en una gigantesca carpa instalada en el exterior del CNI, a donde los féretros fueron trasladados a hombros por compañeros de los agentes asesinados. El vicario general castrense, Daniel Ponte Rodríguez, ha sido el encargado de oficiar los funerales, asistido por dos capellanes castrenses, el del Ministerio de Defensa, Lorenzo Aparicio, y el de Mingorrubio, Serafín Sedano, que subrayó que la Nación española agradece a los agentes asesinados su "labor callada y plena disponibilidad en el servicio a la patria" de estas "víctimas del terrorismo". Por su parte, el vicario general castrense quiso dejar claro que los siete militares españoles "murieron dando su vida en una misión de paz y ayuda a los demás y no han puesto límites a su prueba, llegando hasta la muerte". A continuación, el Rey impuso sobre la bandera que cubría cada uno de los féretros la medalla al mérito civil, concedida a los agentes a título póstumo.
Mientras, a miles de kilómetros, numerosos ciudadanos iraquíes así como representantes de los partidos locales expresaron sus condolencias a la Brigada Multinacional "Plus Ultra" por el asesinato de sus compatriotas. Según informó Defensa en un comunicado, además de compartir su dolor, los representantes políticos iraquíes se ofrecieron para participar "activamente" en las medidas de seguridad que se adopten. La Brigada "Plus Ultra" ha recibido, tanto en la Base España de Diwaniyah como en la Base Al Andalus de Nayaf, numerosos ramos de flores de ciudadanos iraquíes en señal de duelo por la muerte de sus compañeros.