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El visto bueno de Otegi al "proceso de paz" reafirma a Zapatero en el diálogo con Batasuna-ETA y las amenazas al PP

El jefe del Gobierno ha recuperado las amenazas al PP tras recibir el visto bueno de Otegi a los planes de encuentro del PSOE y Batasuna-ETA. "No vamos a consentir que se descalifique a los socialistas vascos por perseguir la paz", dijo Zapatero en Lérida. Patxi López se regodeó en el método de las dos mesas impuesto por los terroristas, el mismo día en que El Mundo difundió el estremecedor testimonio de Irene Villa a las puertas de una nueva visita a una mesa quirúrgica en Suecia. Mariano Rajoy evocó la oportunidad de la que gozó Aznar en 1998 para explicar la que él le ha dado a Zapatero ahora.

(Libertad Digital) El presidente del Gobierno respaldó al PSE, que este domingo, por medio de Patxi López, confirmó que habrá una mesa política y otra para el desarme con Batasuna-ETA, y que ambas caminarán en paralelo, tal y como le han exigido los terroristas y en contra de todas las promesas de Zapatero y del espíritu y la letra del Pacto Antiterrorista.
 
En Lérida, donde apoyaba al PSC en la campaña por el sí en el referéndum del Estatuto de Cataluña, Zapatero advirtió de que no consentirá que se les descalifique por intentar conseguir la paz con ETA, mientras el presidente del PP, Mariano Rajoy, le acusó de actuar con "frivolidad" en la lucha anti-terrorista. Zapatero envió "un abrazo cariñoso y sentido" a los socialistas vascos por ser"valientes en favor de la paz" después de haber "sufrido en su piel el dolor y el horror" y estar sufriendo ahora las "descalificaciones de algunos".

En una intervención previa, el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, garantizó a Zapatero el apoyo "de toda Cataluña" para el proceso que ha comenzado de búsqueda de la paz y para todos los esfuerzos realizados y los que aún quedan por hacer. "A todos nos gustaría que el PP nos acompañara en este esfuerzo, que ha de ser de todos", añadió Montilla. "Y os quiero decir desde aquí –aseveró Zapatero entre aplausos– que no lo vamos a consentir; no vamos a consentir que se les descalifique por intentar" conseguir la paz.

Esta fue la única referencia al proceso abierto tras el alto el fuego de ETA que realizó Zapatero en su discurso de Lérida, intervención que inició después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, le acusase en Marbella de "frivolidad" en la lucha contra ETA y de preferir la "indignidad" a respetar "la voluntad de la inmensa mayoría de los españoles". A pesar de que Zapatero conocía esas acusaciones antes de su intervención, fuentes del Gobierno subrayaron que no las quiso contestar.

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