L D (Agencias) En declaraciones a Europa Press, Rafael Vera explicó que el Tribunal de Estrasburgo ha aceptado dos de los motivos que adujo su defensa: "la infracción del derecho de presunción de inocencia" y "la falta de imparcialidad del juez instructor", en este caso, el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, quien coincidió con Vera en el Ministerio del Interior cuando el juez ocupó el cargo de secretario de Estado para el Plan Nacional sobre Drogas.
Tras ser condenado a diez años de prisión en 1998 por el Tribunal Supremo por el secuestro de Segundo Marey, retenido durante 10 días por los GAL en 1983, una sentencia que en 2001 fue ratificada por el Tribunal Constitucional, la defensa de Vera presentó hace seis años un recurso que fue admitido a trámite por la máxima instancia europea en materia de Derechos Humanos el 17 de mayo del 2004.
El ex secretario de Estado de Seguridad se lamentó de que esta sentencia "llegue tarde" y aseguró que le provoca "tristeza" que esta decisión haya sido acordada por un tribunal extranjero. "Hubiese preferido que esa decisión la hubiesen tomado los tribunales españoles. Yo prefiero la justicia en mi país que fuera de mi país, porque además, me merecía una absolución desde el primer momento", enfatizó.
"Tsunami político-judicial", según Vera
Vera, que hizo hincapié en que "a estas alturas" no guarda "rencor a nadie", sí lamentó que su familia "haya padecido" durante 12 años "este tsunami político-mediático-judicial". "Esto llega demasiado tarde, me coge con poca ilusión y a los que realmente espero ilusionarles es a las pocas personas que me han apoyado y que ahora estarán contentas con esta decisión", dijo, para a continuación referir expresamente el respaldo recibido por parte del ex presidente del Gobierno Felipe González y el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Tras esta decisión, el ex secretario de Estado de Seguridad aseguró que ahora espera "pocas cosas", entre ellas una "reparación moral". Por su parte, el bufete de abogados Cobo del Rosal, encargado de su defensa, se congratuló de la "extraordinaria labor" y el "profundo éxito" logrado en este caso.
La presunta contaminación de Garzón
La máxima instancia europea en materia de Derechos Humanos admitió a trámite este recurso amparándose en dos motivos: por un lado la posible parcialidad del magistrado juez de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por entender que podía haber quedado contaminado por su paso por el mismo Ministerio y en la misma categoría administrativa que Rafael Vera. El segundo motivo estaba relacionado con la posible infracción del derecho fundamental a la presunción de inocencia.
El ciudadano hispano francés Segundo Marey fue secuestrado en diciembre de 1983, y liberado tras diez días de cautiverio. Se trata de la primera acción reivindicada por los GAL y por el que quince años después fueron condenados el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael y el ex ministro del Interior José Barrionuevo a una pena de diez años de prisión.
La interpretación de Ibarra
Nada más conocer la noticia, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se refirió al asunto en un acto electoral del PSOE en Arroyo de la luz. En su primer mitin sin ser ya candidato, Rodríguez Ibarra dijo que "esta tarde he tenido una llamadita antes de venir para acá, era Rafael Vera". "Me decía –continuó– que tenía razón cuando le defendía, que el Tribunal Europeo de Estrasburgo, es decir, el último escalón de la justicia en los países de la Unión Europea, y al que Vera había acudido por considerar que se había dictado una sentencia injusta contra él", le daba la razón.
"Yo muchas veces –agregó– dije que por favor se leyeran la sentencia, que se le estaba acusando sin pruebas. Pues bien, hoy el Tribunal de Estrasburgo ha condenado al Estado español por haber condenado sin pruebas y con un juez, es decir, el señor Garzón, y un tribunal no imparcial, y ordena que se repita el juicio para que sea tratado como un ciudadano con sus derechos".
Además, Rodríguez Ibarra lamentó que "la cárcel ya no hay quien se la quite, ya pasó por ella, yo fui a verlo y dijeron burradas de mí por ir a ver una persona que yo creía inocente", y añadió que "fue juzgado con odio, sin justicia". A su juicio, "fue juzgado por gente que lo perseguía, que no le perdonaba y que querían llevarse por delante a Felipe González como fuera para intentar desprestigiar la labor del Gobierno Socialista que tantos años ha tenido este país".
"Yo muchas veces –agregó– dije que por favor se leyeran la sentencia, que se le estaba acusando sin pruebas. Pues bien, hoy el Tribunal de Estrasburgo ha condenado al Estado español por haber condenado sin pruebas y con un juez, es decir, el señor Garzón, y un tribunal no imparcial, y ordena que se repita el juicio para que sea tratado como un ciudadano con sus derechos".
Además, Rodríguez Ibarra lamentó que "la cárcel ya no hay quien se la quite, ya pasó por ella, yo fui a verlo y dijeron burradas de mí por ir a ver una persona que yo creía inocente", y añadió que "fue juzgado con odio, sin justicia". A su juicio, "fue juzgado por gente que lo perseguía, que no le perdonaba y que querían llevarse por delante a Felipe González como fuera para intentar desprestigiar la labor del Gobierno Socialista que tantos años ha tenido este país".
"Mentirosos" y "cantamañanas"
Rodríguez Ibarra aseguró que ha tenido que aguantar que le dijeran muchas cosas por su amistad con Vera, "ese hombre tan odiado en España, tan ladrón, tan criminal, que mataba a la gente de dos en dos y se llevaba los millones de 20 en 20". También se refirió a los periodistas Pedro J. Ramírez, "que fue uno de los que le acusaron y esta noche tiene que estar con una leche", y Federico Jiménez Losantos, a quien calificó como "cantamañanas", y a quienes, dijo, ya demandó por decir que él había cedido un despacho de la Junta a Vera el pasado día 11 de marzo.
En este sentido, aseguró que este viernes estaba prevista la celebración del juicio pero que ambos no se han presentado porque, explicó Rodríguez Ibarra, decían que tenían cosas muy importantes que hacer. El juicio, añadió, ha quedado pospuesto para el próximo día 22, fecha en la que espera que se presenten o, en el caso contrario, "algo se tendrá que hacer, no digo ya tan duro como con Vera pero tendrán que venir algún día, porque yo les estoy esperando para decirles que son unos mentirosos".