El terrorismo pro-etarra ataca la subdelegación del Gobierno en Vitoria y una sede del PNV

LD (Efe) El primer acto de violencia callejera del año se produjo a las 00.30 horas de este martes, cuando varias personas arrojaron cócteles incendiarios contra la sede del PNV en el municipio guipuzcoano de Zumarraga.

Los artefactos originaron un pequeño fuego que pudo ser apagado con extintores y apenas causó daños en el local, según la información de la Ertzaintza.

Además en Vitoria, hacia las 03.45 horas, desconocidos lanzaron varios cócteles molotov contra la Subdelegación del Gobierno situada en la calle Olagibel que apenas causaron desperfectos en la fachada del edificio.

 

 

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, ha expresado su condena del ataque terrorista cometido contra la Subdelegación del Gobierno en Álava, advirtiendo a sus autores que "pagarán por ello".

En un comunicado, el delegado ha ofrecido algunos datos más sobre el ataque sufrido esta noche por la Subdelegación, ubicada en la calle Olaguíbel, en el centro de Vitoria.

El ataque se ha producido por un grupo de unos ocho jóvenes encapuchados que han lanzado nueve cócteles incendiarios contra la garita de vigilancia situada en la fachada lateral del edificio. Seis de los artefactos han impactado contra la fachada.

La acción ha sido perpetrada con celeridad, bajando los autores desde una de las calles del Casco Viejo de la capital alavesa y, una vez realizada, en apenas 30 segundos, han vuelto sobre sus pasos hacia el mismo lugar. No se han producido daños personales, siendo los materiales de escasa entidad.

En su comunicado el delegado ha expresado su condena y rechazo absoluto de éste y de todos los actos terroristas que se vienen cometiendo en el País Vasco contra sedes de partidos políticos y bienes públicos -esta madrugada también ha sido atacada con cócteles-molotov la sede del PNV de Zumárraga (Guipúzcoa)-.

Luesma ha advertido a los autores del atentado contra la Subdelegación del Gobierno de que "han de saber que el futuro que les espera es el mismo que el de aquellos otros que les han precedido en similares actuaciones: ser detenidos por las fuerzas de seguridad y rendir cuentas ante la Justicia. No tengan ninguna duda: pagarán por ello".

Además el delegado ha criticado que "mientras unos amenazan, otros colocan bombas y materializan las amenazas y otros callan cobardemente, expresando con su silencio su cobardía ante los terroristas".

 

 

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, denunció, por su parte, el ataque que sufrió de madrugada un batzoki de su partido en Zumarraga (Guipúzcoa) y lamentó que el año 2008 comience como terminó 2007, "con la lacra de la violencia".

En declaraciones a los medios, Urkullu se refirió al ataque con cócteles molotov que de madrugada sufrió la sede del PNV en la citada localidad guipuzcoana, y censuró la persistencia de la "lacra de la actuación violenta de ETA".

Lamentó que, "desgraciadamente, terminamos el año 2007 como terminamos el 2006, tras el atentado contra la T-4 que costó la vida a dos personas".

En su opinión, "la sociedad vasca no puede pasar por alto la actuación violenta de ETA, pero tampoco podemos permitir que ETA condicione la vida de los vascos" y, en todo caso, añadió, "el éxito de ETA será el fracaso de la izquierda radical abertzale a la hora de construir entre todos una convivencia normalizada".