¡¿que les pasa a los del PPOE con los Jaguars?.
CORRUPCIÓN EN SEVILLAMERCA
La corrupción psoecialista es imparable. Se corrompen los valores y, a partir de ahí, los espíritus. ¿Qué queda de los cien años de honradez que llevaba como estandarte la muchachada de Felipe y Chaves? Ni la tortilla. Se la comieron. Con ella, se tragaron los sapos y culebras del arribismo, de la conveniencia interesada, del "mecalloquenosalgoenlafoto". Los intereses creados, que titulara Jacinto Benavente, toman razón de ser en el espacio generacional del siglo XXI. Los crispines y los leandros crecen como mala hierba en el reino mercasevillano de las malas artes.
Con toda la gracia de Sevilla, y dejan el abasto en manos de estos pícaros del tardobarroco de las vanguardias. Murillo y Velázquez retrataron personajes de leyenda en una ciudad de nobles, bravucones, malandrines, hetairas, curas y mendigos. La genialidad de los pintores dulcificaba la dureza de aquellas vidas. Al cabo, pinturas, retratos, paisajes. Hoy, no. Hoy la imagen florece en las portadas de la prensa diaria y en los entresijos de las revistas de opinión.
Monteseirín tendrá algo que ver. Pero Sevilla no es Fuenteovejuna. A una sólo van los que ponen el cazo. Abren la mano, la cierran y cosen la boca. Ni pío. Omertá. Chaves qué va a decir con su Matsa de cabecera. ¿Y Griñán? Griñán se estremece cuando escucha las pisadas de Pizarro. Griñán sabe más que Briján. De Andalucía la Bella hace su torre albarrana el presidente sin principio anunciado pero con final advertido. La torre almohade del oro se dedica a otros menesteres. No se encierran ya los caudales americanos. Sí las mangonetas de la corrupción, los sirimiris de los cursos de formación y las pañoletas de bordones con tentáculos. Crispín y Leandro aquí nacieron, de aquí volaron y aquí volvieron.
Dinero negro mercasevillano. Ni que decir tiene que los tres mosquepsoeros se enteraron por la prensa. D´Artagnan Guerra, menos. El rey Felipe, equis. El bambi, aprendiendo inglés en Davos. Dinero negro y miladys. Muchas señoritas con y sin flor de lis tatuada. Da lo mismo que lo mismo da. Yo cohecho y tú condonas. La historia se repite. Pero ellos son inocentes. Lo juro por los muertos de Satán que somos inocentes, dice el curita mientras los otros le jalean.
¿Y la fiscalía? Rumores, ¿Y los jueces? Parole. ¿Y el Parlamento? Lamento. ¿Y la prensa? Presa. ¿Ninguna es libre? Alguna se la juega. Mercasevilla de Crispín y Leandro. Una más en la frente. Y van... Que no vengan Murillos ni Velázquez a llenar de arte el estercolero. Que no vengan. Basta con el fotógrafo que capta el frontal y el perfil y el tipógrafo que llena de tinta a los que tocan el piano. Arte, de verdad. Artistas, de altura. Crispines y leandros, de Benavente. El resto, a su sitio. ¿La pocilga? Más o menos.
Un saludo.
No olvidar lo inolvidable. Pero ¿ a quien le importa si consiguio una sustanciosa rebaja en la compra del coche?, Esperemos a que de una puñetera vez saquen el sumario de "Gurtel" y dejen de echar porqueria. Claro está que Rugalcaba seguro que no tiene nada que ver, ya dijo él "España no se merece un gobierno que miente".
Este tema está absolutamente zanjado: el Jaguar está ya en el zoo y bajo el cuidado de sus criadores.
:_))
[Capablancafueelmejor]
Vamos a ver: acabo de "negociar" para mi suegro un BMW X1 de 29.000 euros. Le he puesto extras de hasta un total de 34.000 euros. Y entregando un BMW 318tds con 13 años, nos dan el X1 en 28.000 euros.
O sea, 6.000 euros entregando un coche a achatarrar.
El Bigotes consigue una rebaja de 3.425 euros de un precio de 57.628 euros... Eso me lo dan en un coche que vale la mitad con entrar a preguntar al concesionario. ¡Menuda m... de influencia la del Bigotes!
Pero claro, la noticia la levanta El País y hay que publicitarla aunque sea una ridiculez. Así nos vá, disparando a todo lo que se mueve.
Si, señor Clemente la maquinaría del partido está engrasada para seguir mangoneando a los españoles y engañando a sus votantes y por supuesto seguir en las mismas, sin hacer lo más mínimo para que estas corruptelas y abusos de poder no se vuelvan a suceder.
A ver: ruego atención, voy a confesarme.
In illo tempore fuí el feliz propietario de tres Jaguar. Uno detrás de otro. Los dos primeros eran unos coches absolutamente espantosos. Unos auténticos hierros que pasaban tanto tiempo en el taller como fuera. El tercero, en cambio, era un cochazo. Pero lo importante era que los Jaguar (pronúnciese "J"aguar, no "Y"aguar. La palabra no es inglesa es nauhatl y de allí, española)*.
Pues bien: me estoy hartando de tanta cutrez entorno a los (casi siempre) desahogados del PP.
Juro a Dios que en el último Jaguar que compré (1997) el descuento que negocié del concesionario, entre picos, palas y azadones, fue de algo más de 600.000 pesetas. Así que o "el bigotes" engaño al tipo este o "el bigotes" es un don nadie.
Posibilidades no excluyentes.