(Libertad Digital) La carta que Henri Parot firmaba como Unai, como es conocido entre los etarras, fue intervenida a la dirección terrorista en septiembre de 2002. Había sido escrita un año antes y sirvió al juez Fernando Grande Marlaska para procesar por nuevos delitos terroristas a uno de los más sanguinarios etarras. En esa carta, Parot proponía más objetivos terroristas y métodos de huida. Además, aconsejaba la adquisición de "explosivos rompedores (militares)" y llegaba a preguntarse cómo no se ha volado todavía la Audiencia Nacional o el Ministerio del Interior.
Esos eran sus objetivos inminentes antes de ser detenido en Sevilla en 1990 con cerca de 300 kilos de explosivos en su coche. "Nuestros objetivos ya preparados era (sic) después el Ministerio del Interior de Madrid y la Audiencia Nacional (no entiendo cómo no lo hemos volado ya)".
En la carta, el sanguinario terrorista marca otros objetivos para sus compañeros de la banda asesina. Antes se regodea de que en 1985 puso, junto con otro etarra, "tres coches bombas seguidos la misma noche en Madrid contra tres ministerios seguidos sin ningún tipo de problemas, sin casi preparación". Después propone "objetivos más vitales" para "dar en el corazón" y cita el Banco de España y las Bolsas de Madrid y Barcelona. Las consecuencias favorables para ETA, sostiene, no tardarían en llegar: Estoy convencido que si hacéis eso se sentarían a negociar, en el 88 se sentaron después que volamos el cuartel de Zaragoza. Es la única vía: o les hacéis daños vitales, en la cabeza/corazón, o no hay nada que hacer".
"Explosivos rompedores para arrasar un edificio grande"
Para ello considera "muy importante conseguir explosivos rompedores (militares) como plástico y TNT, que con una carga de unos 100 kg. fácilmente disimulables en un zulo de coche (debajo del asiento trasero), se puede arrasar un edificio grande, que es lo que hay que hacer hoy ".
Por último, el recluso etarra propone a ETA secuestrar un helicóptero para sacarle de la prisión de Córdoba-Alcolea en la que se encontraba internado. En la carta incluía un plano de la cárcel.