(Libertad Digital) La embajada de Portugal acogió el pasado sábado a gran parte de los dignatarios españoles, en una cena presidida por el presidente de Portugal, Jorge Sampaio, y por el rey Juan Carlos I. Además de los protagonistas del encontronazo se hallaban el alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón, el ex presidente de Galicia, Manuel Fraga, o el de la Generalidad, Jordi Pujol. En un momento de la cena, el ministro de Defensa José Bono no quiso dejar pasar la oportunidad de coincidir con su conmilitón Pasqual Maragall para preguntarle si pensaba retirar el término “nación” de la redacción del Estatuto de Cataluña. Maragall le respondió que no lo haría, ante lo cual José Bono replicó que dicha inclusión suponía un primer paso para la secesión.
En ese punto del debate surgió la voz del presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que reconoció sentirse “harto” de la cuestión abierta en torno a la propuesta de nuevo estatuto catalán, y en concreto de la postura mantenida por el presidente socialista de la Generalidad, Pasqual Maragall, y de su partido, el PSC. Cuando Maragall se enfrentaba a los dos dirigentes socialistas, Jordi Pujol se sumó a la discusión en defensa de su sucesor y tradicional adversario. Ante la mirada del resto de comensales Rodríguez Ibarra volvió a la carga lamentando la alianza de Pasqual Maragall con Pujol, a lo que añadió que no sabría decir cuál de los dos era más nacionalista. Según la información recogida por El Mundo, el enfrentamiento fue “tenso, claro y agrio”.
La mediacion del Rey
Los intercambios no se limitaron a la inclusión del término “nación” en el Estatuto, que la Constitución reserva en exclusiva para España en el artículo 2. Se discutió sobre el resultado de las reformas estatutarias, sobre el concepto de “derechos históricos” y sobre la cuestión de la financiación autonómica, tratada el pasado mes de septiembre en la Conferencia de Presidentes.
Llegados a este punto el Rey tuvo que mediar en la discusión. Según la información del diario madrileño, “al parecer, se inclinó con sutileza por las tesis de Bono e Ibarra, aunque dando riendas a la posibilidad de que todo puede ser negociable”. La reforma estatutaria tiene que pasar el trámite parlamentario. Este martes la mesa del Congreso aprobará la tramitación del texto propuesto por el Parlamento Catalán como reforma estatutaria. El Partido Popular se opone a esta consideración, ya que en su opinión debería haberse tramitado como reforma constitucional.