(Libertad Digital) El rey Juan Carlos se ha dirigido este martes al Parlamento marroquí con motivo de su visita de Estado al reino de Mohamed VI. Ante los representantes y los consejeros de la Cámara, el monarca español ha iniciado su intervención hablando de la “compleja historia común” que une a los países de ambos lados del Estrecho y que debe obligarnos a buscar “un futuro de paz y entendimiento”.
El Rey ha recordado los “vínculos fraternales” que en su día le unieron al difunto Hassan II, y que ahora mantiene con su hijo Mohamed VI. En su discurso, dirigido a ensalzar la cooperación hispano-marroquí, el jefe de Estado se refirió a los tímidos guiños del régimen marroquí en materia de Derechos Humanos calificándolos de “notables avances en las libertades democráticas”, amparándose en las últimas medidas de protección de la mujer y algunas actitudes del monarca alauí, más permisivo, según dijo el Rey, con la libertad de expresión. Aseguró que desde España se ha seguido cn "simpatía y admiración" la progresiva consolidación de la representatividad política necesaria para que puedan funcionar las instituciones.
La "Alianza de Civilizaciones"
El rey Juan Carlos ha anunciado también su esperanza de “derribar el muro” entre las civilizaciones democráticas y el Islam, mostrándose favorable a la ambiciosa teoría de la Alianza de Civilizaciones concebida por José Luis Rodríguez Zapatero en su discurso ante la ONU.
"El Presidente del Gobierno de España –dijo el Rey– hizo un llamamiento ante la última Asamblea General de Naciones Unidas, a favor de una Alianza de Civilizaciones. La comunidad internacional debe evitar que se eleve un muro de incomprensión entre Occidente y el mundo árabe e islámico".
Juan Carlos I también ha aprovechado su intervención para evocar la etapa de Al-Andalus, destacando algunos períodos de convivencia entre musulmanes y cristianos, según él, “de grandes aportaciones” para ambos. El monarca ha señalado que la reciente historiografía, española y marroquí, apunta hacia los elementos positivos nacidos de esta convivencia.
Elogios a la "modernidad" de Marruecos
El Rey se refirió en varias ocasiones a la “modernidad” del régimen marroquí y a sus pretensiones de iniciar una profunda transformación. Ha apelado también al Tratado de Buena Vecindad firmado en 1991 entre ambas naciones, sugiriendo que el contenido de ese texto sigue vigente a la hora de regir la convivencia. El soberano español quiso echar un guante a su colega del otro lado del Estrecho, sobre todo, de cara a una posible posición de privilegio respecto a la Unión Europea. Juan Carlos I anunció ante los parlamentarios, la intención de convertirse en el principal valedor del Régimen ante la UE para integrar al reino del sur en el marco económico europeo.
Dispuesto a "acercar posiciones" sobre el Sahara
Respecto al eterno contencioso del Sahara, territorio que Marruecos pretende anexionarse artificialmente tras el abandono de las tropas españolas en 1975, el jefe del Estado se mostró dispuesto a “acercar posiciones” con el reino de Mohamed VI y a llegar a “una solución consensuada, justa y definitiva, negociada por todas las partes concernidas, en el marco de la legalidad internacional y de los esfuerzos de Naciones Unidas”, un comentario ampliamente aplaudido por la Cámara marroquí.
En la segunda parte de su discurso, el Rey destacó el trabajo de las Fuerzas de Seguridad de Marruecos "en su lucha contra el terrorismo" y su labor para controlar la inmigración ilegal, un esfuerzo que el monarca valoró por su reciente mejora. Juan Carlos I se refirió también a los fallecidos en aguas del Estrecho de Gibraltar y expresó un "agradecimiento" para los inmigrantes marroquíes que residen en España. "Por lo común es un colectivo bien asentado que presta una importantísima contribución al desarrollo económico y social de España. Me honro de dirigirle desde su propio país un mensaje de agradecimiento y consideración", señaló Don Juan Carlos.
