(Libertad Digital) La trayectoria política del flamante candidato socialista a la Alcaldía de Madrid se limita a los poco más de dos años que ha sido el gurú económico del Palacio de la Moncloa. Pero ha sido suficiente para protagonizar varios episodios de gran calado, con un denominador común: el afán por controlar desde el Gobierno las grandes empresas y las instituciones financieras. De su gestión lo único que se relaciona directamente con Madrid es el traslado a Barcelona de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Sebastián fue uno de los impulsores de la fallida OPA de Gas Natural sobre Endesa. Tres días después de que el PSOE ganase las elecciones ya avisaba que "alentaría las fusiones entre empresas energéticas". Tras la irrupción de la alemana E.On, Sebastián llegó amenazar a los alemanes para que retirasen su oferta, como revelaba Casimiro García Abadillo en El Mundo el pasado mes de mayo.
Desde el inicio de la legislatura ha tratado de colocar a su gente en los organismos supervisores del sistema financiero, que de una u otra forma, está vinculada con Intermoney, la agencia de valores para la que trabajó Sebastián. En este sentido se enmarca uno de sus más sonados enfrentamientos con Pedro Solbes. Sebastián libró una durísima batalla con el vicepresidente económico, que llegó a amagar con la dimisión, para designar al sucesor de Caruana en el Banco de España. Al final, ganó Solbes que impuso a Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
El otro gran episodio que tuvo a Miguel Sebastián como protagonista en la sombra fue el intento del Gobierno de desbancar a Francisco González de la presidencia del BBVA. En el llamado "asalto al BBVA", Miguel Sebastián apareció desde el principio como el inductor del intento de la constructora Sacyr Vallehermoso de hacerse con el control del banco y así librar al Gobierno de un incómodo Francisco González.