El PSOE quiere evitar, o por lo menos retrasar, que la polémica por los supuestos pinchazos telefónicos a cargos del PP llegue al Congreso de los Diputados. El martes, Mariano Rajoy interrumpía sus vacaciones tras días de silencio para respaldar públicamente las acusaciones de la secretaria general de su partido, María Dolores de Cospedal, y, de paso, reclamar una serie de comparecencias.
Concretamente, el líder de la oposición daba instrucciones al equipo de Soraya Sáenz de Santamaría para solicitar la comparencia urgente de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; y el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido.
Algo a lo que no está dispuesto el Grupo Socialista que, según fuentes consultadas por Libertad Digital, quiere volver a retratar a un PP sin apoyos parlamentarios "guiado única y exclusivamente por la crispación".
Para conseguirlo, José Antonio Alonso, portavoz de los socialistas en la Carrera de San Jerónimo, ya ha comenzado a sondear y tratar de convencer al resto de grupos parlamentarios para que no apoyen al PP. Así lo asegura El País, que cita a fuentes de la dirección del grupo.
El PSOE tiene dos semanas para conseguir su objetivo ya que, si se cumplen las previsiones, el presidente del Congreso, José Bono, convocará la reunión de la Diputación Permanente (órgano que sustituye al pleno en el periodo vacacional) la última semana de agosto. Entonces, el PP reclamará la comparecencia de las autoridades anteriormente citadas y el resto de fuerzas parlamentarias tendrán que dar su opinión.
"Una muestra de debilidad"
Un intento de bloqueo que demuestra, en opinión de los populares, que "algo tienen que ocultar". Según fuentes consultadas por este periódico, esta maniobra vuelve a poner en evidencia "la debilidad del PSOE" en la Cámara y su carácter autoritario.
Estas mismas fuentes recalcan que la dirección del grupo está "en permanente contacto" con el resto de partidos representados en el Congreso, por lo que no dudan de que podrán transmitir su versión de los hechos sobre las supuestas escuchas ilegales.
El ocho de septiembre comienzan las sesiones
En caso de que los socialistas consigan bloquear las comparecencias, los de Rajoy tendrán que esperar a que se reanude el período ordinario de sesiones, que comentará el ocho de septiembre. Entonces, podrán hacer uso de las interpelaciones de la sesión de control al Gobierno.