L D (EFE) "Lo que pasa es que continua la guerra, que no terminó, y lo que sucede ahora es que se ha perdido el control de la situación absolutamente", dice López Garrido.
Dice que en Irak los suníes, seguidores del derrocado presidente Sadam Husein, se han unido con los chiíes "y el problema es que las fuerzas que están allí no sirven para garantizar los derechos de la gente y su seguridad, porque no son vistos como fuerzas liberadoras, sino de ocupación". "Se están produciendo más muertes entre las fuerzas de ocupación y entre los iraquíes", continúa López Garrido, "que durante la guerra, por lo que nosotros creemos que la vía es la que hemos propuesto siempre: que Naciones Unidas tome el control de la situación y que los soldados que integren la fuerza multinacional sean de países árabes, que serían vistas de otra forma".
En su opinión, "todo lo que está pasando pone de manifiesto que la posición que hemos defendido desde antes de los ataques terroristas en Madrid es la justa". Para Diego López Garrido, "se están cumpliendo los vaticinios que establecimos en su momento, por lo que es más urgente que nunca que Naciones Unidas tome el control de la situación inmediatamente", ya que ésta "se ha recrudecido y es peor que hace unas semanas". Destaca que en este contexto, "las fuerzas españolas, como otras que hay allí, realmente no están aportando nada a la seguridad de la zona, sino que su objetivo prioritario en estos momentos es defenderse".
Asimismo, recuerda que en algunas zona, "como la que ocupa Italia, incluso, han tenido que admitir que el control de la seguridad sea total por parte de la policía iraquí", por lo que se pregunta por el sentido que tiene mantener allí las fuerzas militares. Insiste en que "la guerra de Irak no tenía como objetivo el cambiar de régimen y liberar a los iraquíes, ni implantar la democracia" y, aunque "esos eran los mensajes publicitarios, el objetivo de la guerra para Estados Unidos era defender lo que consideraba sus intereses en la zona, que tienen que ver con el petróleo y con su presencia en el área".
Dice que en Irak los suníes, seguidores del derrocado presidente Sadam Husein, se han unido con los chiíes "y el problema es que las fuerzas que están allí no sirven para garantizar los derechos de la gente y su seguridad, porque no son vistos como fuerzas liberadoras, sino de ocupación". "Se están produciendo más muertes entre las fuerzas de ocupación y entre los iraquíes", continúa López Garrido, "que durante la guerra, por lo que nosotros creemos que la vía es la que hemos propuesto siempre: que Naciones Unidas tome el control de la situación y que los soldados que integren la fuerza multinacional sean de países árabes, que serían vistas de otra forma".
En su opinión, "todo lo que está pasando pone de manifiesto que la posición que hemos defendido desde antes de los ataques terroristas en Madrid es la justa". Para Diego López Garrido, "se están cumpliendo los vaticinios que establecimos en su momento, por lo que es más urgente que nunca que Naciones Unidas tome el control de la situación inmediatamente", ya que ésta "se ha recrudecido y es peor que hace unas semanas". Destaca que en este contexto, "las fuerzas españolas, como otras que hay allí, realmente no están aportando nada a la seguridad de la zona, sino que su objetivo prioritario en estos momentos es defenderse".
Asimismo, recuerda que en algunas zona, "como la que ocupa Italia, incluso, han tenido que admitir que el control de la seguridad sea total por parte de la policía iraquí", por lo que se pregunta por el sentido que tiene mantener allí las fuerzas militares. Insiste en que "la guerra de Irak no tenía como objetivo el cambiar de régimen y liberar a los iraquíes, ni implantar la democracia" y, aunque "esos eran los mensajes publicitarios, el objetivo de la guerra para Estados Unidos era defender lo que consideraba sus intereses en la zona, que tienen que ver con el petróleo y con su presencia en el área".